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La tasación de los objetos arqueológicos abandera la lucha contra las falsificaciones
Jue, 03/11/2016
El uso creciente de métodos cada vez más sofisticados y desarrollados desde la aplicación de las nuevas tecnologías para estafar con antigüedades arqueológicas pone a prueba la pericia de los expertos tasadores en descubrir este tipo de fiascos. Las doctoras Ana Vico y Paloma Villarreal, profesoras ambas del Máster Oficial en Mercado del Arte de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), han participado en la Jornada Profesional "El Mercado de las Antigüedades Arqueológicas: Tasación y Peritación" que, organizado por el Museo Arqueológico de Murcia con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Universidad Rey Juan Carlos, abordó esta delicada cuestión.
Esta figura profesional, la vinculada con la tasación y peritación de antigüedades arqueológicas, se afianza cada vez más en un entorno que moviliza ingentes cantidades de dinero y que está necesitado, más que nunca, de profesionales capaces de poner coto a las falsificaciones.
En las jornadas se trataron temas de actualidad relacionados con la tasación de objetos arqueológicos, y los diversos métodos propuestos tanto por la Administración como por las Casas de Subastas y Peritos judiciales. La profesora Ana Vico ofreció una detallada descripción de los pasos que deben seguirse a la hora de tasar un objeto arqueológico en constante comparación con la tasación de los objetos numismáticos, compartiendo con los asistentes las soluciones dadas en casos concretos desde su vasta experiencia.
Aunque los objetos arqueológicos están fuertemente protegidos en España por la legislación sobre Patrimonio Histórico, es cierto que, al mismo tiempo, también lo están amenazados por falsificadores que actúan perfeccionando sus técnicas hasta límites insospechados para hacer pasar las piezas como verdaderas antigüedades.
Vico explicó a los asistentes las técnicas de falsificación más utilizadas así como la preocupación del sector ante un fenómeno que repercute directamente en el mercado legal de antigüedades. Entre sus advertencias sobre este fenómeno, explicó que han sido detectado métodos de envejecimiento “que anulan completamente las posibilidades de detección por termoluminiscencia”. En concreto, agregó, “se están dando casos de falsificaciones detectadas por los peritos desde la incoherencia de estilos, inscripciones, etcétera, pues, aun sabiendo que son falsificaciones, los medios técnicos ofrecen dataciones que las hacen pasar por buenas".
Por su parte, la también profesora de la UDIMA Paloma Villarreal hizo un recorrido por las sentencias del Tribunal Supremo en las que la peritación y tasación de los objetos arqueológicos han tenido un protagonismo especial como, por ejemplo, los muy mediáticos casos del descubrimiento de la Dama de Baza, el descubrimiento de la villa romana de Carranque o el de la Necrópolis de Montebajo, así como peritajes excepcionales por las “siderales” cantidades barajadas, como los casos del yacimiento púnico de Molins de Puig o la casa romana de Palencia.
En relación con este tema, explicó, el Tribunal Supremo ha conocido de casos relacionados con delitos de hurtos de objetos arqueológicos y delitos contra el Patrimonio Histórico a los que se unen los casos de lo contencioso-administrativo sobre discrepancias en el valor dado a los objetos arqueológicos encontrados por azar y cuyos descubridores son merecedores de un premio en metálico.
El siempre polémico tema sobre el carácter, si público o privado, de los objetos arqueológicos en manos privadas también tuvo su protagonismo en la jornada. Se produjo un intenso debate entre todos los profesionales asistentes alrededor de la forma de probar que se es propietario de objetos arqueológicos desde antes de la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Histórico español de 1985 a partir de la cual todos esos objetos pasan a ser considerados bienes de dominio público.
En relación con este tema la profesora Villarreal manifestó que habrá que esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo sobre la presunción de demanialidad (condición de dominio público) que en el ámbito administrativo ya están aplicando algunos Tribunales Superiores de Justicia para obligar al poseedor de esos objetos a probar que, efectivamente, los posee como propietario desde antes de 1985. “Las consecuencias de esta tendencia puede ser muy positiva para el mercado de objetos arqueológicos si anima a los propietarios a hacer públicas sus colecciones”, comentó la doctora Villarreal.
Entre el público asistente se encontraba una amplia representación de la Administración tanto local como regional dedicada a la protección del Patrimonio de la Región de Murcia, directores de Museos Arqueológicos, peritos, conservadores y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.