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Vacunas de ARNm: El inicio de una nueva era en la medicina
Mié, 09/12/2020
Estamos a la puerta de la nueva Era Humana llena de tecnología vanguardista y de problemas mucho más desafiantes que hace un siglo atrás. El presente es un jinete del Apocalipsis que cabalga sigilosamente; esta pandemia ha cambiado el rumbo del mundo para siempre, si bien ha promovido el avance de tecnologías disruptivas y una de las más prometedoras, las vacunas de ARNm que prometen ponerle fin a la pandemia y a muchas enfermedades infecciosas.
Por Guillermo Andrés Martínez Coral, médico y Máster Universitario en Dirección de Empresas (MBA) por la UDIMA
En el caso de las nuevas vacunas de ARNm, el concepto cambia radicalmente. En lugar de introducir en el organismo un patógeno atenuado o una parte de este para que nuestro organismo reaccione y desarrolle defensas frente al invasor, que es básicamente lo que ocurre con las vacunas tradicionales, el ARNm proporciona las instrucciones para que sea nuestro propio organismo el que produzca el antígeno. En el caso del SARS-CoV-2, el antígeno es la proteína S o spike protein -la espiga del coronavirus- que tiene capacidad para desencadenar la reacción de nuestro sistema inmune.
Llevado al ámbito literario, si la proteína fuera un libro editado y maquetado, el ADN podría ser la información almacenada en la mente del escritor para conformar la historia y el ARN sería la herramienta utilizada para transcribir el relato, es decir un bolígrafo o el teclado de un ordenador.
El ARNm de un antígeno específico puede ser construido artificialmente en el laboratorio de manera dirigida, como si fueran las piezas de un Lego, y puede ser inyectado de varias formas (debajo de la piel, en vena o en los ganglios linfáticos) para que después ingrese a las células de nuestro cuerpo. Estas células utilizarán la secuencia de ARNm del antígeno como instrucciones específicas para sintetizar la proteína concreta y despertar la reacción inmune.
Son vacunas seguras
Es importante destacar que la inyección de ARN no presenta ningún riesgo de alterar la secuencia de ADN natural de la célula, por lo que la tecnología de vacunación basada en ARNm es segura y muy prometedora para prevenir y tratar una amplia gama de enfermedades. En teoría, es igual de eficaz que las vacunas tradicionales, pero puede incluso llegar a mostrarse más robusta y versátil, ya que permite diseñar y obtener un ARNm concreto para cada vacuna específica.
A priori, la producción de vacunas de ARN es más barata y rápida que la producción de una proteína antigénica completa por métodos tradicionales. Además, el ARNm se puede producir in vitro, es decir, fuera de las células, utilizando una plantilla de ADN que contiene la secuencia de un antígeno específico.
Un reto: impedir la degradación del ARN
Uno de los problemas principales es que los ARN son propensos a una rápida degradación, lo que obstaculiza el proceso de vacunación. Por esta razón, de momento las vacunas de Pfizer necesitan un almacenamiento y distribución en rigurosas condiciones de frío a -80ºC. Para evitar esta situación y mejorar el proceso de vacunación, el ARNm de la vacuna ARNm-1273 de la compañía Moderna ha sido protegido y encapsulado en nanopartículas lipídicas (LNP).
Las vacunas de ARN se erigen como una alternativa esperanzadora para combatir la pandemia de Covid-19 y domar el desafío actual hasta hacerlo más manejable, salvando vidas y minimizando la morbilidad, pero debemos ser conscientes de que la aplicación de nuevas metodologías y el desarrollo de vacunas seguras y eficaces es un proceso complejo y que a menudo se dilata en el tiempo.