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En cada persona, un científico, o como mínimo, un amante de la ciencia
Mié, 10/11/2021
Ciencia, paz y desarrollo. Tres términos que van íntimamente ligados, pues para conseguir el crecimiento económico y social de las naciones mediante la ciencia, resulta vital que exista colaboración entre todos los actores de los distintos sistemas investigadores nacionales e internacionales.
Por Pedro Aceituno, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y profesor de la UDIMA
Gobiernos, empresas, investigadores y organismos multilaterales, entre otros, deben cooperar en busca de ese desarrollo a nivel mundial. Todo lo observado durante la pandemia ha ido en esa dirección y en ese camino hay que profundizar y progresar.
Dentro de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, y en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid (UC3III), hemos obtenido resultados muy interesantes en estos aspectos para España, con un estudio en relación con el intraemprendimiento cuyas principales conclusiones se pueden consultar en este enlace.
Un país como el nuestro, que no destaca por su capacidad de transferencia de conocimiento, muestra tasas importantes de intenciones intraemprendedoras en sus científicos del interior y del exterior, por lo que se pueden intensificar políticas de la colaboración con estos colectivos a través de las asociaciones y entidades que los representan, para que se produzca ese mayor crecimiento económico, que implica el intraemprendimiento.
Los recursos económicos son vitales y las autoridades deben hacer todo lo posible porque lleguen a la ciencia, pero mientras acuden, incrementemos nuestras capacidades de cooperación.
Por todo ello, en esta jornada en que se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, tengamos presente que en cada persona tiene que haber un científico, o como mínimo un amante de la ciencia, que favorezca estas colaboraciones, para que entre todos consigamos ese mayor crecimiento económico y social, que sea sostenible en el tiempo.