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La rectora de la UDIMA pone en valor la aportación de la mujer en la universidad
Jue, 07/03/2019
Por UDIMA Media
La rectora de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Concha Burgos, apostó este jueves por propiciar la presencia de la mujer en puestos de dirección en la Universidad, en consonancia con la que ya tienen como estudiantes, profesoras e investigadoras. “Las mujeres trabajamos más y somos más constantes”, afirmó.
Por otra parte, deslizó la idea de que para favorecer el acceso de la mujer al rectorado de una universidad no sea condición imprescindible ser catedrática, a la vista de que el actual proceso para lograr un nombramiento de estas características es más dificultoso para ellas. “El problema puede ser la forma de acceso al rectorado, pues hay que ser catedrático”, enjuició Burgos, quien señaló que en Francia, por ejemplo, “no es precisa” esta condición.
Burgos hizo estas consideraciones durante su intervención en el marco de la ‘II Conferencia Internacional de Mujer y Diplomacia en Madrid: la mujer en la educación universitaria’, que, organizada por la Asociación de Amistad Hispano-Francesa Mujeres Avenir, reunió en la Escuela Diplomática a cuatro rectoras de universidades europeas y americanas, así como a María Marcela Lagarde, a quien se concedió el Premio Mujeres Avenir 2019.
Se felicitó Burgos de que el 54% de mujeres accede a la universidad y de que “hay más egresadas que hombres”, lo que explicó en que “trabajamos más y somos más constantes”. En este contexto manifestó la imperiosa necesidad de “convencer a las alumnas de que hagan carrera dentro de la universidad y lleguen a ser catedráticas” para equilibrar la actual situación.
Significó que siguen siendo Ciencias de la Salud y Educación la preferencia académica de la mayoría de estudiantes mujeres, estadísticamente por delante de los hombres, a pesar de lo cual, lamentó, “eso no se ve luego en que haya más mujeres profesoras y doctoras”. Es más, la presencia de mujeres PDI, dedicadas a la investigación y la docencia, es superior en 9 puntos a la de los hombres, pero a medida aumenta la edad, disminuye al tiempo la dedicación de la mujer a la investigación por mujeres, lo que también explicaría que solo el 21,3% de catedráticos sean mujeres, y que tan solo haya en España 16 mujeres rectoras, a partes iguales en las universidad pública y privada.
Por si fuera poco, echó en falta más presencia femenina en las denominadas carreras STEM, circunstancia que, en parte, atribuyó a la propia familia, en cuyo seno y en no pocos casos, se alienta a las hijas a acometer disciplinas académicas “menos difíciles”. Está probado, dijo, que hasta los 11 años no hay diferencia en la elección, que, sin embargo, sí se produce desde los 15 años.
“En casa hay muchos estereotipos, se le dice a la niña que es muy difícil una carrera STEM y se les recomienda mejor otras”, denunció, al tiempo que advirtió que, hoy por hoy, hay más demanda por parte de las empresas de ingenieros que estudiantes matriculados”. Para la rectora Burgos, una de las soluciones a este desequilibrio podría ser “dar más visibilidad a directivas y profesionales mujeres en estos ámbitos, y también visibilizar las conquistas femeninas. Y, por supuesto, dar muchísima más conciliación familiar”.
Corroboró la situación en Francia, sobre la no obligación de ser catedrático para acceder al Rectorado, Annick Allaigre, rectora de la Université Paris 8 – Vincennes – St. Denis (París), quien también lamentó que en su país solo hay un 12% de rectoras: “Estamos en una situación semejante a España”.
Jane Delano, rectora de New Element University, Querétaro (México), se sumó a la preocupación general de las rectoras intervinientes sobre el peso de la mujer en la universidad, si bien saludó que, a pesar de todo, “hemos avanzado mucho”. En México, ámbito que conoce en profundidad, “solo dos mujeres son rectoras en universidad públicas”, y aunque reconoció que “el techo de cristal resulta aún difícil de traspasar”, recordó que “en los años 40 el techo era de mármol, y lo que vemos ahora es que ese techo se ha ido rompiendo”.
En particular sobre las carreras STEM, Delano admitió que “los estereotipos juegan un papel importante” en este ámbito, razón por la cual, afirmó, “hay que exigir a los gobiernos programas que promuevan la ciencia”.
En la mesa redonda, moderada por Silvia Cosano, directora adjunta de la Escuela Diplomática, participó así mismo Natalia Gasitoi, vicerrectora de la Universidad Estatal ‘Alecu Russo’ de Moldavia. Presentado y dirigido por la secretaria general de Renault España y presidenta de Mujeres Avenir, María Luisa de Contes, el evento concluyó con la entrega del Premio Mujeres Avenir 2019 a María Marcela Lagarde, a quien hizo entrega del galardón la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo. Clausuró Ángeles Heras Caballero, secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación.
El acto contó con el patrocinio de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, una delegación de la cual asistió, representada por su presidenta, Arancha de las Heras; el copresidente del Grupo CEF.- UDIMA y presidente del CEF.-, Arturo de las Heras; la coordinadora general del Área de Oposiciones del CEF.-, Ángela de las Heras; el vicerrector de Universidad-Empresa, Juan Luis Rubio; la directora de Innovación, Ana Landeta; el director de Relaciones Internacionales, Fredy Araujo; la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, María Luisa Campanario; la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Margarita Garbisu; la jefa de Estudios, Paloma Coronado; la directora de RRHH, María Goretti López, y el director de Comunicación, Luis Miguel Belda.