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Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. En busca de una política de prevención global
Mié, 28/04/2021
La pandemia del COVID 19 ha protagonizado de nuevo y por segundo año consecutivo la seguridad y salud, no solo en el trabajo, sino en la población en general y en todos los ámbitos en los que se desenvuelve la vida de las personas. Sin embargo, la cultura preventiva en el trabajo ha ayudado y mucho a fomentar una prevención de la seguridad y salud a nivel general, al igual que determinadas prácticas sociales han incidido en una mayor protección en el puesto de trabajo.
Por Eugenio Lanzadera y doctor en Derecho y Ciencia Política y secretario general de la UDIMA
Es de destacar que algunos términos que estaban reservados casi en exclusiva para el ámbito laboral se han extendido a toda la población y forman ya parte de la cultura prevencionista popular. ¿Quién no conoce a estas alturas lo que significa el término EPI? ¿Quién no se ha puesto alguna vez, cuando no de forma casi permanente, una mascarilla? Incluso si no sabemos bien lo que es una FPP2, a buen seguro las adquirimos y sabemos que son mejores que las FPP1, e incluso conocemos la existencia de las FPP3.
Las medidas preventivas de carácter colectivo frente al virus también son comunes a determinados riesgos laborales, comenzando por las medidas de limpieza, desinfección e higiene, así como el distanciamiento social, la ventilación y la renovación del aire.
¿Seremos conscientes, por fin, de adoptar una cultura preventiva real, global y efectiva, contribuyendo realmente a disminuir o evitar los riesgos de una forma proactiva y colaborativa? ¿Seremos capaces de valorar el número de accidentes de trabajo y las víctimas siendo conscientes de las consecuencias de incumplir las medidas preventivas? ¿Valoraremos ahora la importancia de la vigilancia de la salud y los factores de riesgo?
La pandemia nos ha enseñado a protegernos, tanto a nivel individual como colectivo y debemos aprovechar esta experiencia para crear hábitos seguros y saludables en el trabajo, pensando que la seguridad no es solo el cumplimento meramente formal de un plan de prevención, sino de su puesta en práctica desde la colaboración e implicación de todos.
Sin embargo, no debemos atender solo a los factores de riesgo externo. La pandemia nos ha hecho experimentar la reorientación hacia nuevas modalidades de trabajo, especialmente del teletrabajo. Si bien trabajar desde casa ha contribuido a frenar contagios y a conciliar más fácilmente la vida laboral y familiar, también ha derivado en riesgos potenciales para la seguridad y salud en el trabajo, en particular los psicosociales y ergonómicos.
Este Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo ha de hacernos recapacitar de la importancia de nuestro bienestar laboral y social a través de una cultura preventiva que comprende el derecho a gozar de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable a todos los niveles.
La salud laboral no es solo el fruto de adoptar medidas de protección frente a riesgos específicos, sino de una política de prevención global en la que se combinan múltiples factores, conciliando el desarrollo tecnológico y económico con la seguridad, la educación, la protección del medio ambiente, los hábitos saludables, la alimentación y el equilibrio mental que evite el estrés, la fatiga y la insatisfacción laboral.