Ingeniería, apuesta de futuro: ¿Quieres aprender a aprender?

Vie, 01/05/2020

Gettyimages.

Cada año muchos estudiantes se preguntan qué camino escoger a las puertas de las diferentes universidades españolas. A pesar del gran impacto de las tecnologías exponenciales a nivel social y laboral en los últimos años, las ingenierías registran una brecha importante entre la necesidad del mercado y los egresados disponibles en este campo. Y, sin embargo, todo apunta a que saber cómo funcionan por dentro estas herramientas digitales es garantía para "resolver los problemas del futuro".

Por Alberto Orellana

Isaac Seoane, Doctor en Ingeniería Telemática y profesor de la UDIMA, incide en la importancia que va a tener el ingeniero para el "mundo del futuro más cercano". Ese donde no habrá manera clara de correlacionar los problemas con las carreras que lo solucionan. Lo que sí sabemos ya es que estamos integrando la tecnología de forma transversal, por lo que de cara al futuro un ciudadano cualquiera va a necesitar competencias digitales de base, asegura el docente. "Y no todos los estudios otorgan esas competencias a los mismos niveles".

En este contexto, el profesional de una ingeniería será relevante porque no estará formado solamente para consumir y utilizar esa tecnología, sino también para producirla. "Están más preparados para dar un salto de innovación mucho más rápido que otra persona que probablemente antes se tendrá que especializar en un área concreta", explica.

Según cuenta este profesor del Grado en Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicaciones de la UDIMA, en el futuro la especialización será clave. Pero también tendrá sus limitaciones, pues "permitirá encontrar un salto hacia el futuro solo en tu línea de especialidad". Lo interesante entonces sería alcanzar una formación lo más transversal posible "por si acaso el mundo gira hacia otro lado, que no te pille poco preparado".

Es aquí donde los estudios de ingeniería enseñan, además de conocimientos tecnológicos concretos, a trabajar de un modo que resulta "muy fácil" cambiar. "[Los ingenieros] tenemos una resiliencia al cambio fantástica, porque durante nuestros propios estudios se nos ha enfocado mucho a buscarnos la vida para resolver problemas", traslada Seoane. Algo muy útil en este mundo tan cambiante, pues la formación del ingeniero está pensada para permitirle "cambiar rápido y aprender cosas nuevas", defiende.

El papel del ingeniero

Las profesiones del futuro surgirán como respuesta a los problemas de ese momento. Quizás por ello los nativos digitales no lo vean como primera opción laboral. Para el Doctor las nuevas generaciones sólo les llega la "visión de consumo" de la ingeniería y parecen buscar algo rápido y bien remunerado. Así, "tendemos a confundir mundo digital o tecnológico con pantallas y software, y la ingeniería no es sólo eso", afirma.

Tanto en la lucha por mejorar la integración de la mujer en este ámbito científico, como para reforzar el interés general de los futuros estudiantes, Seoane reclama casi una "evangelización". Es necesario ver dónde el estudiante de secundaria pierde el gusto por la ingeniería, y divulgar cuál es realmente su papel. Tendemos a confundir mundo digital o tecnológico con pantallas y software, "y la ingeniería no es sólo eso", aclara el profesor.

Los estudios de ingeniería de por sí van a ser "duros", advierte, y suelen tener una rampa de acceso a la profesión con una "pendiente alta". "Cuando un estudiante se mete en informática o telecomunicaciones lo hace pensando que se va a meter en ese consumo digital. Y es todo lo contrario", declara. La ingeniería te va a ir preparando para generar los productos digitales "que no existen todavía". O lo que hay detrás y permite que esa tecnología esté a disposición del consumidor, desgrana el experto.

Si quieres ser un experto en tecnologías emergentes, por ejemplo en marketing digital con Realidad Aumentada, podrás acceder a ese entorno desde diferentes puntos. Pero donde haya tecnología un ingeniero tendrá siempre una base mucho más afín. "No porque sea digital va a ser mejor un ingeniero que una persona que ha estudiado publicidad, pero sí es cierto que esa tecnología está pensada y diseñada por un ingeniero", argumenta.

Formación online, superando barreras

Los estudios de ingeniería están pensados para aprender a resolver problemas. Sean en el ámbito que sea. En este sentido, la formación a distancia facilita algo que antes era muy difícil: la actualización periódica de la persona. En el sector concreto de las telecomunicaciones, las tecnologías emergentes (Big Data, IoT, IA, 5G...) están abriendo los campos de conocimiento. Y ya no es tan fácil unir profesión y carrera; preparación y solución del problema.

Ahora piden expertos en IA, y esta es "amplísima", comenta el profesor. "Entran estadísticos, matemáticos, ingenieros de informática, de teleco, de industria, mecánica… ". Por ello en algún momento te vas a tener que "reciclar". Para facilitar este objetivo, la formación online a través de los entornos virtuales ha supuesto "la gran revolución de este siglo", subraya.

Entre otras cosas porque rompe barreras geográficas, idiomáticas y de heterogeneidad de perfiles. "Gente que por trabajo, situación social, familiar, personalidad… no podrían ser compañeros tuyos", sostiene. Para él este es uno de los grandes valores que aporta la formación a distancia: "No solamente es la posibilidad de recibir enseñanza online, sino toda la comunidad que se genera alrededor".

Además, desde la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, también buscan no sólo quedarse en el espacio telemático. "En el Grado de Telecomunicaciones y otros grados de ingeniería, mandamos al estudiante componentes físicos de electrónica para que los utilice, programe y haga sus montajes y diseños", desgrana Seoane.

Grado en ingeniería, herramienta de supervivencia

El Grado sirve para aplicar conocimientos prácticos, pero también para "ampliar horizontes de pensamiento". Ya sea para docencia o investigación, hay que estar abierto a profundizar, "porque el contenido se te va a quedar obsoleto pronto", reflexiona. "Por ello a lo que tienes que enfrentarte en una titulación universitaria de ingeniería es a aprender a aprender cosas".

"Uno de los rasgos que me parecen fantásticos en mi aprendizaje y que yo intento transmitir a mis estudiantes es tener una flexibilidad altísima a aprender cosas nuevas. No tirando lo que aprendiste antes, sino que todo lo que aprendes sea una pieza de lo siguiente."

La misma flexibilidad que debería tener una persona para aprender idiomas, es la que debe tener un ingeniero para aprender tecnología, apuesta el Doctor. ¿Todo funcionará igual? No, pero todo tiene unas bases comunes. Es aprender el idioma del sector. Cada vez más, los Grados de Ingeniería aportan una gran flexibilidad, reconoce: "Son una herramienta de supervivencia mejor que otros estudios".