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El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, entrega al catedrático de la UDIMA, Javier Cabo, el reconocimiento a sus aportaciones a la ciencia, la investigación y la universidad
Jue, 04/07/2024
La ciudad de Pontevedra se volcó este miércoles para homenajear, en un emotivo acto y con la participación de cientos de invitados, al doctor Javier Cabo Salvador, director del Departamento de Ciencias de la Salud y catedrático de Gestión Sanitaria en la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, a quien se distinguió como ‘Pontevedrés del Año en Investigación, Ciencia y Universidad’.
Redacción UDIMA Media
La gala, se celebró en el Auditorio de Afundacion, donde Javier Cabo recibió el premio de manos del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien presidió la mesa central del acto.
Acto que contó también con la presencia del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; la consejera delegada del grupo El Progreso y el Diario de Pontevedra, Blanca García Montenegro; el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores; el presidente de la diputación, Luis López; la directora territorial de Abanca, María del Carmen Fernández; el delegado del Gobierno en Galicia; Pedro Blanco, y su subdelegado, los conselleiros de Cultura, Educación y de Vivienda, varios senadores y diputados de la Xunta de Galicia, además de concejales del Ayuntamiento de Pontevedra, como Rafael Domínguez; alcaldes de diferentes localidades, como el alcalde de Xanxenxo, Telmo Martín; el alcalde de Poio y la alcaldesa de Marin, entre otras personalidades, entre las que se encontraba el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, Simón Venzal, y Luis Taboada de Tales Venture, uno de los patrocinadores de la gala.
En su discurso de agradecimiento, el Javier Cabo manifestó que era “todo un honor, un orgullo, y un privilegio”, poder estar reunido, en un acto tan emotivo, en su ciudad natal, con su mujer Marian, sus hijos pequeños, Jaime y Blanca, “los tres madrileños de nacimiento, ¡pero gallegos de corazón!”, con parte de su familia, y con amigos, muchos de ellos, amigos desde el colegio, y la universidad. Javier Cabo dio las gracias a los cientos de asistentes, familiares y amigos por acompañarle en ese día tan señalado.
También agradeció a la ciudad de Pontevedra, “ciudad que siempre me ha acompañado en todos mis éxitos. Ciudad que me vio nacer. Ciudad, que me vio corretear de niño, por sus calles y plazas y jugar en el parque de las Palmeras, al lado justo de su casa. Ciudad, que en la adolescencia me vio tocar la guitarra en la Alameda, y charlar, y reír, con mis amigos en la terraza del Carabela. Ciudad donde estudié el bachillerato y ciudad, que ve cada verano, cuando vuelvo a recorrer sus calles, así como, cada vez que el trabajo me lo permite, hacer alguna escapada desde Madrid a esta, mi preciosa tierra gallega”.
El galardón supone un reconocimiento a su trayectoria profesional como cirujano cardiovascular, catedrático e investigador, actividades a las que Javier Cabo siempre se ha dedicado, intentando proporcionar una vida mejor, a todas aquellas personas que nacen con problemas de corazón, debido a una cardiopatía congénita, o posteriormente desarrollan una patología cardíaca.
Señaló durante su alocución que, a lo largo de su carrera, ha tenido el privilegio de poder formarse en las mejores universidades, centros de investigación y hospitales del mundo, pero sin olvidar nunca que toda su formación empezó en Galicia, en la ciudad de Pontevedra, en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, donde estudió el bachillerato, y posteriormente en la Universidad de Santiago de Compostela donde estudió medicina.
Precisamente, desde la capital compostelana Cabo trasladó su expediente académico a la Universidad Autónoma de Madrid, donde desarrolló y realizó su proyecto de Tesis Doctoral sobre el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas en el tratamiento de las cardiopatías congénitas, y donde obtuvo el doctorado ‘Cum Laude’ en Medicina y Cirugía, siendo posteriormente becado, pudiendo ampliar su formación, como cirujano cardiovascular, y como académico e investigador, en las mejores Universidades de Europa, Canadá y Estados Unidos.
Fue becado, y amplió sus estudios, en Europa, en la Universidad de Oxford, la London University, y la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. En Francia, en la Universidad de La Sorbona; en Alemania en la Humboldt University; en Canadá en las universidades de Sherbrooke y la Universidad de Montreal, universidades donde es profesor asociado; y en Estados Unidos en las prestigiosas universidades de Harvard, en Boston, la Universidad de Washington, la Universidad de Filadelfia y la Universidad de Loma Linda en California.
En palabras de Javier Cabo, toda esa amplia formación le valió, para en el año 1988, poder crear la primera unidad de cirugía de arritmias a nivel pediátrico de Europa, y poder desarrollar e iniciar con éxito en España la cirugía de arritmias. También le valió para que, en 1992, crear y desarrollar la primera unidad de homoinjertos aórticos y pulmonares criopreservados de Europa, lo que le permitió poder realizar miles de procedimientos quirúrgicos y realizar la corrección de múltiples cardiopatías congénitas complejas, hasta ese momento inoperables.
Formación que también le permitió en 1994 ser pionero y poder realizar el primer trasplante de corazón en un recién nacido, con éxito en España, creando, la primera Unidad de Trasplante Cardiaco Pediátrico de España, en el Hospital Universitario La Paz de Madrid. Ello hizo posible realizar más de 560 trasplantes de corazón en recién nacidos y niños en edad pediátrica en España desde ese año. Formación que también le valió, para, en 2006, ser de nuevo, pionero en España, y realizar el primer implante de un corazón artificial mecánico como “puente al trasplante”.
Implante de corazón artificial, que fue pionero en el mundo, al ser realizado asociado con el implante de un ECMO (una oxigenación extracorpórea de membrana), como pulmón temporal externo. Un implante de corazón artificial mecánico que permitió mantener con vida a múltiples personas durante muchos meses, esperando un corazón donante idóneo para poder, posteriormente, realizarles un trasplante y evitar de ese modo su muerte en la lista de espera de trasplantes.
El catedrático pontevedrés mencionó que, a pesar de sus largas estancias en todos estos lugares, “siempre he llevado a Pontevedra en mis pensamientos y en mi corazón, manteniendo un contacto directo con la ciudad, visitándola frecuentemente, en Navidades, Semana Santa, y en fechas señaladas, sobre todo mientras vivían en ella mis padres. Y, cómo no, disfrutando siempre de los maravillosos veranos en Sanxenxo, con mi mujer e hijos, en todos mis periodos vacacionales”.
Finalizó su discurso dando las gracias a todos los asistentes al acto, familiares, amigos y público en general, por su presencia, manifestando que este acto de cariño y de reconocimiento a su trayectoria profesional, supone un honor y un motivo de orgullo, y de satisfacción, que guardara en su recuerdo, y en el fondo de su corazón, para siempre.
Al final de la gala, que se prolongó hasta pasada la medianoche, los cientos de asistentes al acto, disfrutaron de un coctail que se sirvió en el vestíbulo del Auditorio de Afundacion, donde pudieron seguir con sus saludos, palabras de agradecimiento y animadas charlas.