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"Latiendo juntos" en el Día Mundial del Corazón
Dom, 29/09/2024
El Día Mundial del Corazón fue proclamado por la Federación Mundial del Corazón durante el Congreso Mundial de Cardiología celebrado en Brasil, en abril de 1998 en Rio de Janeiro, con el objetivo de concienciar sobre la creciente carga de las enfermedades cardiovasculares, de manera especial en los países en vía de desarrollo. Desde el año 2000, la Federación Mundial del Corazón, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), eligió el 29 de septiembre como dicho día.
El objetivo de este día no es otro que potenciar la concienciación en la población mundial acerca de las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento, haciendo un llamamiento global a la ciudadanía acerca de la importancia de cuidar la salud cardiovascular. Enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y los accidentes cerebro vasculares, patologías con una tasa media estandarizada de mortalidad cardiovascular que se sitúa superior a 220 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, y que son la primera causa de muerte en el mundo, cobrándose la cifra de más de 19 millones de vidas al año, estimando la OMS que la cifra ascenderá a 23 millones para el año 2030.
Teniendo en cuenta la necesidad de abordar más a fondo los factores de riesgo cardiovascular, como son la hipertensión, el colesterol elevado, el hábito y consumo de tabaco, el consumo de alcohol, la baja ingesta de frutas y verduras, y la obesidad, identificados en el Informe Mundial sobre la Salud de 2002, como factores de riesgo cardiovascular, aunque el lema oficial de este año es: "Usa tu corazón. Conoce tu corazón", personalmente prefiero ampliar el lema para este año, con:
“Late con nosotros”. ¡Piensa en tu corazón! Controla tu alimentación, di no al tabaco y haz ejercicio. ¡Muévete!
Lema basado en que la mayoría de estos 19 millones de muertes podrían haberse evitado con “medidas tan simples” como: mantener una alimentación saludable con reducción del consumo de sal, para prevenir la hipertensión arterial; reducir el consumo de grasas, para disminuir el riesgo de colesterol elevado, y la ateroesclerosis; realizar ejercicio físico de manera moderada y con frecuencia diaria; y eliminar el consumo de tabaco, y reducir la ingesta de alcohol.
Mis recomendaciones, en este Dia Mundial del Corazón, en calidad de cirujano cardiovascular las simplifico en estos cuatro consejos cardiosaludables:
* ¡Come de manera sana y saludable!: Adopta una dieta mediterránea, evitando el consumo de grasas saturadas y aumentando la ingesta de pescado (acido omega 3). Es un seguro de salud cardiovascular adicional que añade a tu cuenta personal AVAC (años de vida ajustados a la calidad).
* ¡Evita la vida sedentaria! Realiza ejercicio físico al menos media hora diaria. Aunque en verano es más fácil y en invierno cuesta más, vale la pena el esfuerzo al final.
* ¡Limita el consumo de sal, tabaco y alcohol! Con ello lograrás retrasar tu edad biológica con respecto a tu edad cronológica y te sentirás mucho mejor, más joven, ágil y saludable.
* ¡Controla tu peso y el nivel de colesterol! La obesidad y el colesterol LDL y VLDL elevados son dos de los riesgos cardiovasculares más importantes.
Otro tema sobre el que hay que reforzar la concienciación de manera muy importante es el control de la hipertensión arterial. Se calcula que unas 46.000 muertes cardiovasculares al año en España son atribuibles a esta patología que altera la función de los órganos diana (corazón, cerebro, riñón y vasos sanguíneos).
Esta enfermedad puede pasar inadvertida y es más frecuente a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. La hipertensión arterial supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial, porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria, ángor e incluso un ictus por hemorragia cerebral o un infarto. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
La hipertensión arterial favorece la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y los fenómenos de trombosis vascular, pudiendo ocasionar incluso una lesión renal con una insuficiencia renal añadida que requiera de posterior tratamiento mediante diálisis. Y como no, el mejor tratamiento de la hipertensión es una buena prevención que evite su aparición. Para ello es fundamental seguir un estilo de vida cardiosaludable: No fumar, ya que el tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
Evitar el consumo excesivo de alcohol ya que provoca un incremento de la presión arterial. Controlar el peso, ya que el sobrepeso y la obesidad son causas frecuentes de hipertensión arterial. Realizar ejercicio físico ya que el ejercicio físico regular consigue bajar las cifras de presión arterial, aumenta la masa muscular y la capacidad de esfuerzo, ayuda a controlar el peso y logra disminuir el riesgo cardiovascular. Practica una dieta cardiosaludable, disminuyendo el consumo de sal.
Todas estas medidas ayudan también a controlar otro de los factores importantes de riesgo cardiovascular como son el colesterol elevado a partir de las fracciones de colesterol de baja densidad (LDL y VLDL). Colesterol que está presente en todas las células del cuerpo humano, siendo necesario para el normal funcionamiento del organismo al intervenir en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas, en la transforman en vitamina D mediante los rayos solares lo para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación, y en la formación de ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas. Por eso es necesario mantener cifras altas de colesterol de alta densidad HDL y por el contrario bajas del colesterol de baja densidad.