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Esther Monterroso advierte un desajuste cronológico entre la innovación, el cambio tecnológico, el cambio social y la regulación jurídica
Mié, 09/10/2019
Redacción UDIMA Media
Como en tantos otros ámbitos a lo largo de la historia, la regulación jurídica que fije eventuales responsabilidades por daño causado por robots y la inteligencia artificial aún no está perfilada por entero. Bien porque la maquinaria legislativa sea perezosa per se en favor de una regulación garantista al cien por cien, bien porque los avances tecnológicos son tan veloces, el estado de la cuestión es que sigue abierto el debate sobre si aplicar la legislación vigente o generar una disciplina nueva en este ámbito.
De ello se trató en el I Seminario de Tutela Jurídica Efectiva y Desafíos Regulatorios en Nuevas Tecnologías, cuyo objetivo ha sido efectuar una introducción desde el Derecho a los mecanismos técnico-legales para asegurar la tutela jurídica efectiva desde nuestro ordenamiento, ante los nuevos desafíos regulatorios que presentan las Nuevas Tecnologías.
En concreto, la profesora del Grado en Derecho de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Esther Monterroso ha participado con una Conferencia, que ha llevado por título ‘Privacidad, Seguridad y desafíos regulatorios: Inteligencia Artificial, Robótica y Automatismos’.
La investigadora explica que, debido a que existe un intervalo de tiempo en el que la sociedad trata de acomodar sus usos, costumbres y normas al cambio tecnológico, “el Derecho se encuentra siempre rezagado con respecto al desarrollo técnico, esto es, hay un desajuste cronológico entre la innovación, el cambio tecnológico, el cambio social y la regulación jurídica”.
Resulta obvio que, en esta adaptación diferida, prosigue la profesora de la UDIMA, “el Derecho siempre llega tarde”. El rápido y continuo desarrollo tecnológico, a través de las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA), ha producido un escenario en el que el Derecho precisa ofrecer soluciones a la responsabilidad por el daño causado por las acciones de la IA y, en último término, por los robots.
En este escenario, Monterroso señala que se puede partir de dos hipótesis: que el Derecho pueda ofrecer soluciones a la regulación de la IA, adoptándolas a la normativa existente; o, una vez analizadas las posibilidades que ofrece la IA resulte preciso construir “una nueva disciplina jurídica” teniendo en cuenta esta evolución tecnológica.
La profesora Monterroso ha analizado qué respuestas pueden darse desde la actual normativa legal y cuáles son los retos a los que debe hacer frente el legislador a medida que los robots ganen en autonomía.
El Seminario se celebró esta semana en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la UCM, organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y el Grupo de Investigación UCM-GIESA-BIOLAW.