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El derecho penal: Una mirada profunda a sus fundamentos y aplicaciones
周一, 06/05/2024
El mundo del derecho abarca muchos sectores, desde la administración y dirección de empresas, hasta los crímenes más horrendos. Pues precisamente de esto último se encarga el derecho penal, que es una de las áreas más importantes y fundamentales del sistema jurídico de cualquier país, ya que establece las normas y procedimientos para garantizar el orden social, proteger los derechos de los ciudadanos y prevenir y sancionar las conductas que atentan contra la sociedad.
Redacción UDIMA Media
El Derecho Penal, disciplina que se enmarca en el Grado en Derecho que imparte la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, se basa en una serie de principios fundamentales, como la legalidad, que establece que no puede haber delito ni pena sin una ley previa que los defina; la culpabilidad, que implica que solo se puede castigar a una persona si ha actuado con conocimiento y voluntad de cometer el delito; la proporcionalidad, que exige que la pena sea acorde con la gravedad del delito cometido; y la humanidad de las penas, que prohíbe la imposición de castigos crueles o inhumanos.
El derecho penal tiene una larga y compleja historia que se remonta a las antiguas civilizaciones. En sus inicios, se basaba en la venganza privada y la ley del talión. Con el tiempo, evolucionó hacia un sistema más formalizado, con leyes escritas y penas más severas. En la actualidad, el derecho penal se basa en principios como la proporcionalidad, la legalidad y la culpabilidad.
El principal objetivo del Derecho Penal es la protección de los bienes jurídicos fundamentales, como la vida, la libertad, la propiedad y la seguridad de las personas. Para lograr este objetivo, el Derecho Penal cumple varias funciones, entre las que se encuentran la prevención general, que busca disuadir a los ciudadanos de cometer delitos mediante la amenaza de castigo; la prevención especial, que busca la rehabilitación del delincuente para evitar la reincidencia; y la retribución, que busca hacer justicia reparando el daño causado por el delito.
Entre sus principios fundamentales se encuentran el de legalidad, que implica que solo las conductas tipificadas como delitos en la ley pueden ser castigadas; el de proporcionalidad, que establece que la pena debe ser proporcional a la gravedad del delito; el de culpabilidad, que indica que solo se puede castigar a quien haya cometido el delito con dolo o culpa; y el principio de non bis in idem, que dice que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
Las fuentes del Derecho Penal son los diferentes instrumentos jurídicos en los que se basa esta rama del derecho. Entre las principales fuentes del Derecho Penal se encuentran la Constitución, que establece los principios fundamentales del sistema penal; las leyes penales, que son las normas dictadas por el poder legislativo para definir los delitos y las penas; los tratados internacionales, que establecen normas comunes en materia penal entre diferentes países; la jurisprudencia, que son las decisiones de los tribunales sobre casos concretos que interpretan y aplican las leyes penales; y la doctrina, que son las opiniones de los expertos en derecho penal sobre cuestiones jurídicas relacionadas con esta rama del derecho.
El procedimiento penal es el conjunto de actos y trámites que se llevan a cabo desde la comisión de un delito hasta la imposición de la pena correspondiente. Este procedimiento se rige por una serie de garantías procesales que tienen como objetivo proteger los derechos de los acusados y asegurar un juicio justo.
Entre las principales garantías procesales del procedimiento penal se encuentran el derecho a la presunción de inocencia, que establece que toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad; el derecho a un juicio público y oral, que garantiza la transparencia y la publicidad del proceso penal; el derecho a la asistencia letrada, que permite a los acusados contar con la defensa de un abogado; el derecho a la igualdad procesal, que impide cualquier tipo de discriminación en el proceso penal; y el derecho a un juicio rápido y sin dilaciones indebidas, que garantiza la celeridad y la eficacia del proceso penal.
Los delitos son conductas que están tipificadas y sancionadas por la ley penal. Existen diferentes tipos de delitos que se pueden clasificar según la gravedad, en los que se incluyen los graves, menos graves y leves; según la forma de comisión, en los que se encuentran los delitos dolosos y culposos, y según el bien jurídico protegido, que incluye los delitos contra la vida, la integridad física, la libertad, la propiedad, el honor, etc.
Hay que saber diferenciar entre delitos y faltas. En este caso, la principal diferencia entre un delito y una falta es la gravedad del hecho. Los delitos son más graves que las faltas y, por lo tanto, están castigados con penas más severas.
Las penas son las consecuencias jurídicas que se imponen a los culpables de cometer un delito. Existen diferentes tipos de penas, como las penas privativas de libertad, como la prisión y la reclusión; las penas pecuniarias, como la multa y el decomiso; las penas privativas de derechos, como la inhabilitación y la pérdida de la patria potestad; y las medidas de seguridad, como la internación en un centro psiquiátrico y la libertad vigilada.
El derecho penal se enfrenta a una serie de retos en la actualidad, como el aumento de la criminalidad organizada, el ciberdelito y la globalización, ya que, en este caso, el delito no entiende de fronteras, lo que dificulta su investigación y persecución. Asimismo, el crimen organizado es una amenaza para la seguridad y el desarrollo de los países, a lo que hay que añadir la violencia de género, que sigue siendo una grave violación de los derechos humanos. Algo que también preocupa es el terrorismo, que es una amenaza global que requiere una respuesta internacional coordinada.
La llegada de la Inteligencia Artificial también supone un reto para los expertos en derecho penal, así como todos los problemas relacionados con las nuevas tecnologías.
El derecho penal es una rama del derecho fundamental para la protección de los bienes jurídicos más importantes de la sociedad. Es un sistema complejo y en constante evolución que se enfrenta a nuevos desafíos en la actualidad.