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De Diego ve en la Transición un triunfo de todos los españoles impulsado inicialmente desde el franquismo
周三, 19/04/2017
‘La Transición sin secretos’, nuevo libro del profesor de Periodismo de la UDIMA
El profesor del Grado de Periodismo de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) Álvaro de Diego ha lanzado ‘La Transición sin secretos’ (Editorial Actas), su último libro, en el que estima que la principal causa del proceso democratizador fue el cambio de mentalidad que experimentó la sociedad española a lo largo de casi cuatro décadas de autoritarismo. En suma, en su opinión, un triunfo de todos los españoles impulsado inicialmente, subraya, desde el franquismo.
Señala la reseña editorial, recogida por UDIMA Media, que la operación revisionista de la llamada ‘memoria histórica’ ha convertido a la Transición española “en el origen de todos los defectos de una democracia presuntamente de escasa calidad por lo viciado de su origen”. En este sentido, la obra de De Diego devuelve aquel “proceso ejemplar” a su verdadera dimensión: una historia fundada en el rigor y la puesta en valor de su espíritu de consenso y concordia.
El libro explica las causas estructurales de aquel episodio histórico que hizo de España el modelo de la ‘tercera ola democratizadora del siglo XX. Esa experiencia exitosa, que suponía la superación del franquismo y de seculares conflictos históricos, tuvo una particularidad: los principales promotores del cambio (el Rey, Fernández-Miranda o Suárez) procedían de la elite franquista y la transformación se produjo sin violentar las instituciones de la dictadura.
En una primera parte de la obra, prosigue la reseña, se examinan, por tanto, las condiciones favorables a la democratización a la muerte de Franco, desechando una explicación única como la socioeconómica, “que legó sin duda una inédita clase media, o la del factor internacional (que en ocasiones tuvo efecto perturbador)”.
Se incide, por el contrario, en el cambio de mentalidad, favorecido por el alejamiento de la Guerra Civil y la aparición de una nueva generación de españoles; el limitado pluralismo del Régimen, encarnado en unas "familias" políticas que vivieron los cambios referidos; la paradójica apolitización de las fuerzas armadas, que no torpedearían el cambio si este respetaba la vía reformista; la esencial desvinculación de amplios sectores del catolicismo tras el Concilio Vaticano II; y la apertura en la prensa, convertida en ‘parlamento de papel’ del tardofranquismo.
La segunda parte del libro aborda, a la luz de las claves anteriores, los principales hitos de la transición en la fase inicial, liderada por los reformistas del franquismo. Se explica así cómo se produjo el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente. De Diego desvela, además, el naufragio de la reforma política de Fraga examinando los hasta ahora desconocidos proyectos del entonces vicepresidente Arias.
El autor resalta su sorda competición con Torcuato Fernández-Miranda para erigirse en el ‘nuevo Cánovas del Castillo’ de esta segunda Restauración. En este sentido, se comprende cómo triunfó la reforma política auspiciada por Suárez bajo la batuta de Fernández-Miranda. La legalización del PCE, como iniciativa personal del emancipado presidente, habría quebrado el diseño original de la transición.
La principal causa del proceso democratizador, reitera el autor, fue el cambio de mentalidad que experimentó la sociedad española a lo largo de casi cuatro décadas de autoritarismo. El alejamiento de la Guerra Civil favoreció una transformación que personificó, antes que nada, el relevo del gran vencedor del conflicto fratricida. “Franco dejó el testigo a un príncipe que, nacido en el exilio, democratizaría el país. El franquismo fue Franco, pero también fue esa clase política reformista que, a la muerte del general, se convirtió en vanguardia decisiva gracias al reequilibrio de fuerzas acometido por el joven monarca y sus colaboradores”.
En conclusión, De Diego desmonta adecuadamente la refutación de una “interesada” ‘memoria histórica’ y devuelve a sus “justos términos” la dimensión de aquel “proceso modélico” que llamamos Transición.