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La Transición Española, ese pacto entre falangistas y comunistas
周四, 23/11/2017
Álvaro de Diego junto a Fernando García de Cortázar (Redacción y fotografías: Luis Miguel Belda)
El profesor Álvaro de Diego presenta su último libro en el Aula de Cultura de 'ABC'
“La Transición Española fue el resultado de un acuerdo entre los dirigentes del Movimiento falangista y la única oposición política que podía hacer ruido en la calle, el PCE”, afirmó el profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y periodista, Álvaro de Diego, durante la presentación este jueves en la sede de la Fundación Bertelsmann, en el marco del Aula de Cultura de ‘ABC’, de su última obra ensayística, ‘La transición sin secretos’ (Editorial Actas).
Una situación “paradójica”, resaltó, el que representantes de dos movimientos políticos totalitarios, sin apenas experiencia ni trato con ese concepto llamado democracia, falangistas y comunistas, fueran, en realidad, los auténticos valedores e impulsores de un traspaso político y generacional ocurrido hace casi cuatro décadas.
Para De Diego, Adolfo Suárez fue quien “con mucha inteligencia” supo “jugar mejor la baza” de los militares, por entonces mayoritariamente próximos al régimen franquista, y quien a la postre se benefició del trabajo que desarrolló Torcuato Fernández-Miranda, a quien el monarca don Juan Carlos descabalgó en el último momento de la primera línea del proceso de cambio.
No en vano, Torcuato entregó la ley para la reforma política a un Adolfo Suárez que cosechó el primero de una sucesión de éxitos políticos, buena parte de ellos probablemente inesperados incluso para él mismo. Hasta 40 veces se citó la palabra “democracia” en el transcurso del debate en las extintas Cortes franquistas que validaron la reforma con un abrumador apoyo de 425 votos y apenas 59 en contra. Fue el momento en el que “el Franquismo abrió las puertas a la democracia”, dijo De Diego.
El profesor de la UDIMA significó que la legalización del PCE, uno de los hitos políticos que caracterizan la Transición en su conjunto, no se hubiera producido de la mano de Manuel Fraga, si este hubiera sido el propulsor de una reforma en la que también creía, aunque a buen seguro a otra velocidad. Pero la presencia de Santiago Carrillo como acto activo en el proceso sí fue posible con Suárez.
En clave de resumen en su participación en el Aula de Cultura de 'ABC', que dirige Javier Arjona, De Diego detecta en estos cuarenta años tres fallos que han puesto –o aún ponen- en riesgo los méritos y logros cosechados durante la Transición: una desmesurada descentralización administrativa, muy en particular la cesión de las competencias en educación; el revisionismo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el surgimiento de la izquierda populista junto con la crisis económica y la polémica integración del nacionalismo, como se ha visto en el caso catalán.