Turismo interior, TIC y sostenibilidad para la reconstrucción del sector turístico post-COVID’19

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En el 2019 España recibió 83,7 millones de turistas internacionales, que hicieron un gasto de 92.278 millones de euros dentro de nuestras fronteras, con una media de 1.102 euros por persona y una duración media de la estancia de 7,2 días en nuestro país. El turismo ya suponía en 2018 (últimas cifras publicadas) el 12,3% del PIB y empleaba directamente a más de 2,6 millones de personas.

Por el doctor Antonio Rodríguez Ruibal

Sin duda alguna, son cifras del pasado. Ahora -entrando ya en una posible etapa post COVID’19- las perspectivas son complejas y altamente variables por la excepcionalidad de la situación y por la incertidumbre del fin de la expansión del virus, por lo menos en esta primera etapa.

¿Qué va a pasar ahora con el turismo? ¿Se perderá la campaña de verano? Todo parece apuntar que el verano será muy flojo. El futuro del sector, aunque incierto, va a estar basado en tres pilares: el turismo interior, las TIC y la sostenibilidad, y que este año debemos esperar cifras cercanas a las de los años 80.

El fomento del turismo interior (y el efecto multiplicador intrínseco del fenómeno turístico) es la mejor fórmula para mantener un ecosistema económico mínimo del sector: transportes, alojamientos, restaurantes y pequeños comercios que ofrezcan un servicio de calidad  exquisita para que los españoles nos sintamos seguros viajando dentro de nuestro país. Es una oportunidad única para conocer Patrimonio Nacional, para poner en valor nuestros orígenes y para invertir en los pilares de la economía. De ahí la nueva campaña que ha lanzado Turespaña “España te espera”.

Es el momento, además, de poner en funcionamiento medidas de e-commerce y logística efectivas, que han dado problemas en el comienzo de la primera etapa COVID’19. Previsiblemente, empresas como las agencias de viajes sufran la no adaptación a las TIC (como pasó con el turoperador Thomas Cook) y suponga la extinción de muchas de ellas. No obstante, será una oportunidad para muchas y para todas aquellas empresas que hagan del análisis de datos, de la utilización de la realidad virtual, realidad aumentada y de la robotización su papel y lápiz diario.

Por último, y aunque todo hace sospechar que volveremos a cifras turísticas de los años 80, los consumidores -que ahora estamos confinados en nuestros hogares- saldremos más concienciados con la importancia del medio ambiente, la salubridad y la sostenibilidad, premiaremos todas las iniciativas que prioricen en estos sentidos, todos sus productos orientados a viajeros ávidos por volver a viajar cuanto antes, mejor.