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Cultura: se baja el telón
周四, 14/05/2020
Ni el mejor guion de un director de cine o el argumento de un novela de terror podrían concebir el confinamiento de la mayor parte de la población por una pandemia, causada por un virus. La ficción superada por la realidad. Un surrealismo mundial donde buena parte de la vida cultural se ha paralizado. A pesar de todo, el sector del arte está plantando cara a esta situación con diferentes iniciativas.
Por: Rocío González
Muchas de las compañías y plataformas de entretenimiento están ofreciendo sus contenidos de manera gratuita, varios teatros y salas de concierto trasmiten sus contenidos audiovisuales de manera gratuita, versión de libros y periódicos en .pdf para los lectores y la liberación de numerosas revistas y bestsellers de manera gratuita.
Pantallas de cine sin ingresos
El cierre de salas y los rodajes parados ha supuesto que “muchas producciones, al no poder estrenarse en los cines, están siendo lanzadas directamente en plataformas de contenidos” asegura el doctor Miguel Ángel Poveda, profesor de Comunicación Audiovisual y productor de cine. Algunos de los grandes estudios, como Universal Pictures, han decidido estrenar directamente en plataformas como iTunes, Google Play Movies, o Amazon Prime Video, siendo el nuevo compañero de viaje en la industria tradicional del cine.
Mientras estas películas y series de todo tipo se consumen como nunca en los hogares de millones personas, “la industria de la televisión y el cine está completamente parada” asume Poveda. En algunos casos se podrá recuperar el rodaje, pero habrá otros en los que, aun pudiendo recuperarse, se estima que no merecerá la pena económicamente. La angustia de quienes viven del cine no deja de aumentar. Productores, distribuidores y exhibidores no sólo sufren por el parón y la incierta duración, sino también por la perspectiva de una enorme acumulación de estrenos. Grandes estudios como Universal o Sony, entre otros, adelantan sus estrenos en forma de streaming porque la gente necesitará seguir entreteniéndose, necesitará de historias que le hagan viajar, sentir, vivir.
Por ello ya se están comenzando a solicitar apoyos y a proponer medidas: Netflix ha creado un fondo de 100 millones de dólares de ayuda para los trabajadores del cine, la televisión y otros profesionales creativos. También prometió ayudar a las industrias de Europa, América Latina y Asia, donde se han realizado o se planificaron grandes proyectos de filmación.
La lectura: mejor vehículo para viajar
“El encierro en casa con un libro en las manos es más llevadero. Hoy por hoy no tenemos mejor forma de viajar, ni más segura”, afirma el profesor José Luis Ramírez, socio fundador de Quelibroleo.com.
El mundo editorial es uno de los más afectados por la crisis de la pandemia y desde el anuncio del estado de alarma, muchas editoriales han decidido aportar su granito de arena y ofrecer libros electrónicos gratuitos. Su situación, y la de tantos otros libreros, y la de tantos otros minoristas, contrasta con la de otros, fundamentalmente de los más grandes. El comercio minorista de los libreros refleja la difícil realidad actual. El cambio de paradigma, sobre la lectura en formato físico y/o digital, en estas primeras semanas de confinamiento, está sirviendo a los lectores para ponerse al día con las lectura pendientes.
Según la Sociedad Española de Neurología, la lectura es una de las mejores actividades que se pueden realizar para estimular el cerebro y generar endorfinas durante esta cuarentena. Margarita Garbisu, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades indica que “hay algo positivo en la actual circunstancia: la disponibilidad de tiempo; tiempo para pensar reflexionar, meditar y leer; tiempo, por tanto, para zambullirse en esa lectura que siempre dejamos para otro momento, por, precisamente, falta de tiempo”.
Atrás quedaron esas tertulias literarias en las que hablamos de lo de siempre: los libros y los escritores del momento, lo difícil que lo tienen los libreros, la crisis por las que atraviesan las librerías independientes, el problema de los intermediarios y la distribución, etc.; visitas a las librerías donde además de comprar libros de viejo, puedes sentarte a leerlos mientras tomas un café o un té, incluso una cerveza; y la compra de nuevos libros porque tal y como manifiesta Ramírez “éramos felices sin saberlo solo por el hecho de poder movernos libremente, de abrazar a los amigos, de compartir cerves, charlas y libros”.
Los libros como refugio en tiempo difíciles
Los momentos libres para dedicarle a este tipo de actividad es un refugio en tiempos difíciles y un lugar al que volver y en el que quedarse, por eso Garbisu nos ofrece una serie de recomendaciones para esta cuarentena y disfrutar de un viaje inolvidable.
Se celebra el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós; recuperemos, por ejemplo, Fortunata y Jacinta; o siguiendo con el XIX y mujeres, recuperemos Madame Bovary de Flaubert, Ana Karenina de Tolstoi o La Regenta de Clarín, tres novelas apasionantes que te acompañan sin tregua. No nos podemos olvidar de rescatar a Marcel Proust y En busca del tiempo perdido, a James Joyce y Ulises o a Thomas Mann y La montaña mágica.
Otra de las recomendaciones para el disfrute de la lectura en este tiempo de confinamiento, es “proponerse algún reto: de decidirse por una lectura organizada abordando cronológicamente, de principio a fin, la obra de un autor determinado como hizo ella con Gabriel García Márquez, John Maxwell Coetzee y Eduardo Mendoza; o de fijar la mirada en la literatura de un país y un periodo concretos la narrativa británica reciente: a Ian McEwan (Sábado, Expiación), a Julian Barnes (El loro de Flaubert, Hablando del asunto) o a David Lodge” indica la Decana.
“Cuando pase esta crisis, la necesidad de un compromiso humano colectivo, la necesidad de vivir, reír, amar y llorar juntos en el cine será más poderosa que nunca” Cristopher Nolan. Director de cine