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El 43% de los profesores no está educado en competencias digitales
Fri, 15/07/2022
No son la mitad, pero casi. El 43% de los profesores universitarios no gozan de suficientes competencias digitales, en un ambiente en el que la transformación digital alcanza a todos los sectores en una dinámica de sí o sí, y sin marcha atrás.
Por Andrea Uyá
Así se desprende del informe ‘Competencias Digitales del profesorado universitario en España’, un estudio elaborado por Crue Universidades Españolas y el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea.
El objetivo principal del proyecto es el análisis del desarrollo de la competencia digital en torno a la docencia universitaria. Aunque sus inicios se remontan al año 2017, bebió considerablemente de los nuevos modelos y sistemas de enseñanza que surgieron durante la época de pandemia.
“Surge a consecuencia de la conciencia sobre la necesidad de un incremento en las competencias digitales”, explicó Juan Gómez Ortega, rector de la universidad de Jaén y presidente de Crue-Docencia, quien aseguró durante la presentación del informe que sus conclusiones no van a servir solo de modelo a España, sino a toda Europa.
El estudio se interesa especialmente por las barreras tecnológicas con las que se encuentran algunos profesores cuando ejercen la profesión. Establece que los dos problemas fundamentales tras estas causas son la edad y los referentes, ya que es normal “incidir y repetir los modelos de enseñanza tradicionales con los que individualmente hemos aprendido”, dice Juan Ramón Velazco, vicerrector de estrategia y educación digital en la Universidad de Alcalá.
Así como es complicado, sobre todo para docentes mayores de 50 años, franja en la que además se encuentran la mayoría de los profesores españoles, adaptarse a tecnologías con las que, a diferencia de los jóvenes, no han crecido.
De la misma forma, el estudio también recoge los casos de aquellos alumnos que sí tienen competencia digital en lo que respecta al manejo y uso de las redes sociales, pero no así, hacia aquellas herramientas propias del apartado educativo.
Pedro Ruiz, director de la Universidad Digital de Murcia, comparte el demoledor datos de que “un 43% de las personas encuestadas, no están educadas digitalmente en las vanguardias universitarias.”
Para la ANECA, la agencia que evalúa a los profesores, entre otras misiones, la adaptación al ámbito digital no surge solo de la innovación y la tecnología, y recalca la importancia de la empatía y la misma pedagogía. Solo con estas cuatro, creen, podrá comenzar a aplicarse verdaderamente un modelo de enseñanza digital.
Otro factor fundamental del que se habla es de la coordinación entre las diferentes universidades que componen un sistema, en nuestro caso, la unidad de España. Es decir, cómo los nuevos recursos, herramientas o técnicas que se crean y utilizan para este tipo de enseñanza deberían compartirse entre las diferentes instituciones. Algo que ya ha sucedido al realizar el informe, que cuenta con una amplia participación de las universidades españolas: lo hacen 51 y han sido encuestados 5.073 profesores.
Andreia Inamorato Dos Santos, investigadora senior del JRC, habló de la herramienta Check-in que, desarrollada a raíz del análisis, y que permite realizar una autoevaluación en relación a nuestras aptitudes tecnológicas. Para Andreia, es una herramienta que podría utilizarse a la hora de identificar las causas o barreras propias en lo que respecta a las competencias digitales.
Considera esta investigadora que es una buena herramienta para comenzar a identificar los problemas y que debería utilizarse también a nivel individual, sin limitarse a lo institucional.
Para otros docentes, como es el caso de Carlos Delgado Kloos, de la Universidad Carlos III, el primer problema comienza con la especialización del profesorado. Para él sería fundamental la existencia de una división en el sistema, en donde los docentes pudieran dedicarse por completo, o bien, a la investigación, o a la enseñanza.
Tras esta división y centrándonos en las competencias digitales, considera que podría animarse al profesorado a través de, por ejemplo, los sexenios. Al ser una profesión, en ocasiones, no tan bien pagada en relación con la cantidad de trabajo exigida, cualquier tipo de recompensa económica o aliciente podría suponer una gran motivación. “España se ha convertido en el último país con más publicaciones dentro del ámbito de la investigación, y los sexenios, un complemento económico despreciado por algunos, han supuesto una auténtica revolución”, apuntó.
La existencia de universidades online, como la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, que han adaptado su enseñanza a las competencias digitales, podría servir como referente para aquellas instituciones de índole tradicional a las que todavía, el panorama digital, puede suponerles todo un reto.