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Los alumnos ya ven la formación online como una opción hasta hace poco impensable para algunos
Fri, 08/10/2021
La presidenta del Grupo Educativo CEF.- UDIMA, Arancha de las Heras, saluda el creciente número de personas que han visto en la formación online una opción que hasta ahora consideraban impensable. El confinamiento por la pandemia puso en valor el estudio en línea, que logró salvar todo un curso gracias al esfuerzo de los centros educativos por transformarse digitalmente, y en el que quienes ya operaban online demostraron sus fortalezas en este ámbito.
Este último fue el caso de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, que fue incluso requerida como institución académica por otras para compartir e implementar su aquilatado sistema de docencia. Del cambio de paradigma habla Arancha de las Heras en una entrevista concedida al portal Educaedu, que se ha difundido por medio de su newsletter entre trece mil centros educativos españoles.
El perfil del demandante de formación, especialmente en la online, ha cambiado, señala la presidenta del CEF.- y de la UDIMA. Ahí es donde se ha ampliado el colectivo, “antes centrado en profesionales y jóvenes que buscan mayor flexibilidad y compatibilizar su trabajo o vida familiar con los estudios, o que no pueden desplazarse a un centro físico, ahora con un alumnado más diverso y heterogéneo”.
De este modo, lo que ha supuesto el mayor cambio, “estudiantes que nunca realizaron una formación online, incluso nunca hubieran pensado que se formarían con ese sistema por ser defensores del sistema presencial, han descubierto que el sistema online también tiene algunas ventajas y pasan a valorarlo como opción formativa cuando antes era impensable”, afirma.
En este contexto, Arancha de las Heras sostiene que la universidad tiene que seguir con su papel formativo “y orientarse, más aún, hacia las necesidades del mercado”. Así, enjuicia, “tiene que estar atenta a los perfiles que demandan las empresas y especialmente formar a sus estudiantes en contenidos, pero también en herramientas tecnológicas y en habilidades de adaptación a los cambios”.
Unos cambios que han propiciado la digitalización, aunque fuera a ratos apresurada, de la educación española. “Ha supuesto un gran reto para toda la comunidad universitaria”, dice Arancha de las Heras, “y muy especialmente para los departamentos de informática e innovación; no solo para adaptar la impartición de la docencia a modelos online o híbridos, sino también para la adaptación de los exámenes finales presenciales al formato online”. Porque acreditar la autoría de quien hacía el examen final no era pecata minuta.
Las universidades presenciales, apunta la presidenta de la UDIMA, son las que más cambios han tenido que realizar para adaptar sus sistemas hacia un sistema híbrido, para asegurar la continuidad de las enseñanzas en un escenario como el que hemos vivido, pero con dificultades de adaptación tanto para profesores como estudiantes, tanto por la carencia de recursos tecnológicos como por la necesidad de adaptarse al nuevo sistema.
Este sistema novedoso “exige no solo conocer las materias sino también desenvolverse con las distintas herramientas tecnológicas, contar con material de apoyo, saber desenvolverse ante las cámaras...”, subraya Arancha de las Heras. Por que sí, la formación audiovisual es cada vez más reclamada por los alumnos.
Preguntada por las preferencia de los estudiantes en el pasado reciente, apunta un ligero aumento de interés en estudios más sociales (Psicología, Educación) junto con los económicos (ADE, Economía) que mantienen su demanda, aunque en este último caso, unido a otras titulaciones (aumento de la demanda de dobles titulaciones). También se nota un ligero repunte de las ingenierías, especialmente Ingeniería Industrial.
Por último, un llamado a los estudiantes, a quienes recuerda que la formación continua los habrá de acompañar el resto de su vida. Y otro aviso para quienes enseñan: el mercado laboral pide especialiades en las que hay que formar sí o sí: “El nuevo escenario laboral requiere, cada vez más, de especialización en todos los órdenes. Y en ámbitos determinados, la educación superior es la respuesta a las necesidades de este nuevo tiempo”.
“A ello se suma la obligada necesidad de la formación continua, pues ese nuevo tiempo del que hablo es cambiante en proporción a las innovaciones que se solapan a un ritmo desconocido hasta hace apenas una generación. La educación superior, con carácter global, ofrece una respuesta sólida y dinámica a la reclamación de una empresa cada vez más exigente”, finaliza.