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Los psicólogos atendieron una media del 65% de demanda telemática por la pandemia
Tue, 03/05/2022
Durante los primeros siete meses tras el primer confinamiento por la pandemia del coronavirus en marzo de 2020, los psicólogos españoles tuvieron una media del 64,8% de demanda telemática para los trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y trastorno de estrés postraumático (TEPT), según un estudio en el que ha participado el profesor del Grado en Psicología de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Rodolfo Gordillo.
‘Uso de la Teleterapia para el Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad, TOC y TEPT, durante la Pandemia por COVID-19 en España’ es como titulan su estudio los investigadores Rodolfo Gordillo, Paloma González, Victoria del Barrio y Rodolfo Ramos, publicado en ‘Ansiedad y estrés’, revista del SEAS, el órgano de expresión de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés, y cuyo contenido íntegro se adjunta en pdf en esta noticia.
De acuerdo con el estudio, la proporción de teletratamiento llevada a cabo por psicólogos durante la pandemia por COVID-19 para la llamada ansiedad flotante (TAG), fobia específica, agorafobia, ansiedad social, pánico, TOC y TEPT, así como si la experiencia en teleterapia tiene un efecto significativo en la demanda no habían sido estudiadas hasta el momento.
Los resultados de este trabajo científico indican que el TAG, con un 69,2%, es el trastorno que más teletratamiento recibió en el periodo estudiado y la fobia, con un 60,5%, el que menos. El pánico, la ansiedad social, TEPT, TOC y agorafobia tuvieron una demanda media del 67,2%, 66,8%, 64,0%, 63,5% y 62,2%, respectivamente.
Los investigadores concluyen que la experiencia en teleterapia resultó significativa. Así, el teletratamiento para psicólogos con experiencia aumentó una media del 93,9% respecto al 35,7% de aquellos sin experiencia. Con todo, un 22,8% de psicólogos no realizó teletramiento de la ansiedad.
Estos resultados, observan los autores del trabajo académico, “pueden ser útiles para desarrollar programas específicos de prevención e intervención telemática para los trastornos de ansiedad ante futuras pandemias por coronavirus”.
Este estudio ha puesto de manifiesto que los psicólogos españoles durante los primeros siete meses tras el primer confinamiento en marzo de 2020, han tenido una media del 64,8% de demanda telemática para los trastornos de ansiedad, TOC y TEPT. Este porcentaje difiere significativamente entre aquellos psicólogos con experiencia en el tratamiento telemático, quienes alcanzan el 93,9% de demanda, respecto al 35,7% de aquellos sin experiencia.
El trabajo también ha confirmado que los problemas de ansiedad demandados por la población española siguen un orden de prioridad diferente al que indica la literatura sobre la distribución de la prevalencia mundial. Atendiendo a lo indicado por los psicólogos españoles, tanto el tratamiento como la formación telemática debe centrarse por orden de prioridad en la reducción de la incertidumbre y preocupación por la posibilidad de contagio para uno mismo y sus seres queridos, así como a la posibilidad de morir y de que se siga propagando el virus que son sintomáticos del TAG.
Pero también, concluyen, se debe prestar atención en el ámbito de la hipervigilancia a anormalidades respiratorias que propician sensaciones de mareo e hiperventilación asociadas al catastrofismo y al terror derivado de la información obtenida de los medios o infodemia y que produce un ataque de pánico, o al hecho de sentirse superado por la situación pandémica que obliga a la adaptación a nuevos escenarios sociales y tipos de interacciones que dan lugar a la ansiedad social.
Sin olvidar, la reexperimentación de momentos traumáticos en supervivientes y afectados por el virus que caracterizan al TEPT, la compulsión por la limpieza de manos, uso de desinfectantes, así como a la constante búsqueda de información sobre el virus en los medios de comunicación que se han asociado al aumento del TOC o al terror del uso de transportes públicos, así como de acudir a lugares que no puedan ofrecer distancia seguridad, característicos de la agorafobia. Por último, así mismo, al miedo hacia el propio virus y al hacia el contacto con otros seres humanos que caracteriza a la fobia específica.
En definitiva, este estudio ha puesto de manifiesto el “importante aumento” del teletratamiento de los trastornos de ansiedad, TOC y TEPT, así como que la teleterapia se distribuye desigualmente con relación a la experiencia previa de su uso, algo que los autores del estudio ven “preocupante en momentos pandémicos donde la teleterapia es clave para afrontar las consecuencias psicológicas”.
Además, subrayan, “si a los psicólogos no se les forma telemáticamente para lograr intervenciones eficaces en la reducción de la sintomatología ansiógena, según la propia sintomatología demandada en la población de cada país, la ayuda no será la más apropiada, sostienen, en la línea fijada por diversos especialistas.
Han participado en el estudio un total de 930 colegiados (74,3% mujeres) pertenecientes a los Colegios Oficiales de la Psicología de toda España. Este dato supera los 380 individuos que, para una población de 34.780 psicólogos (Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, 2021) se necesitan a un nivel de confianza del 95%, para permitir una extrapolación de los resultados con un margen de error del 5%.