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La mejora del rendimiento académico en las universidades españolas es “sostenida y continua”
Mon, 09/10/2017
Salón de Actos de la Biblioteca Nacional, donde se presentó el estudio de la CRUE (Redacción y fotografías: UDIMA Media/Luis Miguel Belda)
Según el informe ‘La Universidad Española en Cifras 2016’, de la CRUE
Desde la implantación de las nuevas titulaciones al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), la mejora del rendimiento académico en las universidades ha sido “sostenida y continua”. Tanto las universidades públicas como privadas, repiten en el curso 2015-2016 las tasas de rendimiento académico alcanzadas en el curso anterior, que fueron del 78,8% y 85,6%, respectivamente, según concluye el informe ‘La Universidad Española en Cifras 2016’, de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), presentado este lunes en la Biblioteca Nacional.
Estos rendimientos académicos, prosigue el capítulo de conclusiones del informe encomendado por la CRUE, “suponen aumentos del 23% y del 3,1%, respectivamente”, en relación con los obtenidos en el curso 2008-2009.
Por otra parte, la evolución de las enseñanzas universitarias es muy diferente en el Grado y en las de Máster. De acuerdo con este estudio, mientras que las primeras registran un “moderado retroceso” del 4,2% en el periodo 2008 a 2015, las segundas tienen, en ese mismo periodo, un “comportamiento expansivo” que alcanza un incremento del 239,2%, aunque el número de estudiantes de máster en el curso 2015-2016, era tan solo del 12,9% de los estudiantes de Grado, una proporción muy inferior a la que se produce en el ámbito de la Unión Europea.
Con carácter general, el acceso a los estudios superiores en España es equiparable, o incluso inferior, al del conjunto de los países desarrollados de nuestro entorno. Así, en los países de la OCDE, un 54% de los jóvenes estudia un grado y un 23% de ellos prosigue su formación con un máster o una formación equivalente. En la UE-22, el 53% cursa un grado y el 21% accede a las enseñanzas de máster. Por su parte, en España la tasa de acceso a los estudios de grado es del 47%, y la del máster de un 9%.
Los datos del informe también muestran que la población española no está sobrecualificada en términos poblacionales. En España, con datos de 2014, el 35% de la población de 25 a 64 años contaba con estudios superiores, mientras que la media de la OCDE se situaba en el 36%. En los países con mayor competitividad y con los mejores sistemas universitarios del mundo la proporción es, incluso, superior: Reino Unido, 4% y Estados Unidos, 45%.
Tampoco en la franja de los más jóvenes (25 a 34 años) la situación es diferente. España tiene un 41% de población con estudios superiores, mientras que Reino Unido presenta un 49% y Estados Unidos un 47%.
En relación con las becas y ayudas, el resultado final de la aplicación del nuevo régimen de becas universitarias es que el esfuerzo público expresado en términos de PIB se ha reducido en un 13,6%, pasando del 0,088% del PIB en 2011, hasta el 0,076% en 2015, una tercera parte del esfuerzo que realizan los países de la OCDE.
En cuanto a la financiación media por becario, que es de 2.649 euros, se vuelve a niveles del curso académico 2006-2007, “muy lejos”, advierte la CRUE, de la cuantía de 3.256 euros por becario que se registraba en el curso 2012-2013. Con todo, agrega el estudio, “hay un mayor número de becarios que entonces, con los motivo de los efectos negativos de la crisis, pero con una dotación media inferior, por lo que los becarios se enfrentan a una mayor precariedad”.
Sobre la oferta de enseñanzas universitarias, el informe de la CRUE señala que España presenta una oferta de instituciones universitarias completamente asimilable a la de otros países desarrollados, con universidades de un tamaño (número de alumnos por universidad) algo mayor que el habitual en los países anglosajones, y “más equiparable al de otros países continentales europeos”.
Mientras que en Estados Unidos, con 232,1 millones de habitantes hay una universidad por cada 381.463 habitantes, en España, con 46,4 millones hay una universidad por cada 552.380, lo que representa un número de universidades un 31% inferior a las que corresponderían aplicando los parámetros de Estados Unidos. Sin embargo, si se analiza la proporción entre el número de universidades con producción investigadora respecto a la población, se observa que “España está en los parámetros de los grandes países desarrollados, con 760.565 habitantes por universidad con producción investigadora”.
Por último, el estudio de la CRUE apunta que, a pesar de partir de niveles “claramente inferiores” a de los países competidores y a los niveles medios de las zonas económicas donde se inscribe, España es el único gran país desarrollado que ha reducido su gasto en I+D+i un 7,5%, situándolo en el 51% de la media de la OCDE y el 63% de la media de la UE-28. “Unos niveles”, se lamenta el estudio, “que significan un grave problema estructural y que le impiden mejorar su nivel de competitividad”.
De igual modo, como sucede desde hace más de una década, la producción científica de la universidad española ha seguido incrementándose durante 2015, contribuyendo decisivamente a que la cuota mundial de la producción española haya pasado del 2,8% en el año 2000 hasta el 3,3% en 2015.