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Mercedes Gallizo apuesta por acercar a presos de ETA tras reducirse a la mitad en 15 años
Wed, 21/02/2018
Inaugura el II Congreso Nacional Penitenciario de la UDIMA
La ex secretaria general de Instituciones Penitenciarias y actual diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid, Mercedes Gallizo, apostó este miércoles por mantener la política de dispersión de los presos de ETA, pero haciéndolo compatible con el acercamiento a cárceles más próximas al País Vasco, y no penalizar así a las familias.
En declaraciones a UDIMA Media, tras participar en el II Congreso Nacional Penitenciario que acoge la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Gallizo valoró el anuncio del ejecutivo francés que estudia acercar a presos etarras a cárceles próximas a la frontera española, lo que se conoce cuando “la banda ya no está en funcionamiento, y aunque no formalmente disuelta, el riesgo que puedan tener los internos que pertenecían a esa organización cambia sustancialmente”.
Para la ex responsable de las prisiones españolas, “esa política de dispersión no tiene por qué llevar aparejado alejamiento, y seguramente en un momento en el que hay menos presos es más posible hacerlo”. “En mi época”, recordó, “llegó a haber 500 y ahora estamos hablando de la mitad”, una razón más, a su juicio, para sostener el logro de “no penalizar a la familia”, aunque manteniendo la política de dispersión mientras no se disuelva la banda.
Por otra parte, se mostró por completo contraria a la prisión permanente revisable, ya que, sostuvo, el Código Penal español ya es “muy riguroso y contempla unas penas muy altas”, seguramente, apostilló, de los países de nuestro entorno el que son más altas.
Gallizo ve “innecesario” incrementar el número de años porque, en otras razones, “no tiene una relación directa con la eficacia que pueda tener una media de este tipo”. En su opinión, se trata de un debate “de cara a la galería” que siempre se genera cuando se producen hechos terribles. Consideró que lo que evita crímenes de una determinadas naturaleza es “es que hagamos políticas preventivas y que se aborden las situaciones de tensión y de riesgo que se puedan producir en la sociedad este tipo de crímenes”.
Es más, subrayó, “ni la cadena perpetua ni la pena de muerte han conseguido acabar con estos delitos” y prueba de ello es que la mayor parte de los países los han desechado de sus códigos. Por ello, sentenció, “es extravagante que se abra este debate en este momento en que los delitos graves han descendido en nuestro país”.
Por último, se mostró favorable a la presencia de criminólogos en las prisiones. “Soy muy partidaria”, dijo, pues los criminólogos “tienen mucho que aportar al mundo penitenciario. Es muy necesario que exista un análisis y una reflexión sobre el delito y que haya profesionales que ayuden a enfocar en un contexto amplio el trabajo que se está haciendo.