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La Escuela 2.0: redes sociales en las clases para motivar a los nativos digitales
Tue, 16/10/2018
Artículo coescrito por Víctor Núñez Fernández y Francisco Álvarez Cano, publicado en la revista “Tecnología, Ciencia y Educación” del Grupo CEF.- UDIMA
La educación es un elemento clave para el desarrollo de la sociedad al determinar el modo en que las personas configuran sus modos de actuación. Sin embargo, el ámbito educativo se enfrenta en el siglo XXI a un elemento novedoso que exige una reestructuración del sistema: las nuevas tecnologías de la información. Los profesores deben adaptarse a nuevas herramientas para motivar a un alumno nativo digital a través de planteamientos que favorezcan la interacción y creatividad.
Esta es la conclusión principal que se desprende de “Las redes como catalizadoras del germen emprendedor en la educación”, artículo coescrito por Víctor Núñez Fernández y Francisco Álvarez Cano y publicado en la revista “Tecnología, Ciencia y Educación” del Grupo Educativo CEF.- Universidad UDIMA. En él, el profesor de Periodismo de la Universidad a Distancia de Madrid y el periodista y emprendedor advierten que las nuevas tecnologías han “cambiado la forma de acceder al aprendizaje”.
Los estudiantes, afirman Núñez Fernández y Álvarez Cano, “dominan el lenguaje digital y han crecido rodeados de los objetos de la era digital”. Por ello, es necesaria la “introducción de la tecnología en el aula”, de manera que los profesores aprendan a “comunicarse en esta lengua digital”, dicen. Por ello, “deben cambiar su forma de enfocar la enseñanza con el objetivo de involucrarse más con los estudiantes”. La introducción de la tecnología en las aulas, consideran, hará que los alumnos se interesen por una “educación dinámica e interactiva” que “despierte su curiosidad”, motivándoles y fomentando en ellos una “cultura emprendedora”.
En este sentido, los profesionales centran su discurso en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Estas hacen posible, enumeran, “interactuar con los alumnos, una flexibilidad espacio-temporal y la ampliación del contexto educativo”. Gracias a dichos recursos, opinan, los alumnos “aprenden haciendo, experimentando y disfrutando con el conocimiento adquirido” y, citando a Roque de las Heras, fundador de la Universidad UDIMA, “por vocación y sentimiento”. Además, insisten, docente y estudiante pueden colaborar y comunicarse fuera del aula, “ampliándose el espacio educativo”.
Estas herramientas también “ofrecen a los docentes la posibilidad de replantearse las actividades tradicionales de enseñanza”, sostienen los autores. Los maestros disponen ahora de múltiples herramientas, como “webs, blogs, libros virtuales, talleres de juegos online y programas de aprendizaje virtual”, citan. Entre dichos recursos se encuentran unos más que conocidos por los jóvenes: las redes sociales.
Facebook, Twitter, YouTube, Instagram o Pinterest, con sus múltiples funciones, “facilitan la interacción entre centros escolares, profesores, padres y alumnos, fomentan un diálogo entre ellos y motivan la participación de los alumnos”, sostienen Núñez Fernández y Álvarez Cano. Se han convertido en un elemento clave de la llamada Escuela 2.0, que “se caracteriza por compartir la información entre alumnos y profesores” gracias a que “ayudan a perpetuar relaciones y acceder de un modo directo a información y recursos” a través de comunidades virtuales”, explican. En ellas, el alumno siente la libertad y las ganas de crear, sacar a relucir su creatividad e interactuar.