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Cuando la formación del periodista es garantía de un mejor periodismo
Tue, 15/10/2019
Miguel del Rosal Fuentes
‘El periodismo y sus causas: ¿ariete de las libertades o taquígrafo de la realidad?’ Con este título arrancó el primer coloquio de la XVII Jornada de Periodismo Coca-Cola, desde la premisa de que una mejor formación del periodista garantiza que la información responda mejor a lo que el ciudadano espera: veracidad, rigor y contextualización del hecho informativo.
Para empezar el coloquio, la periodista y moderadora, Montserrat Domínguez (El País) y el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras constataron que el periodismo se ha convertido en un “bombardeo constante”, en un “flujo o río de informaciones”. El jurista apuntó que “la formación de un periodista es muy importante” para que conozca el contexto de la información en la que trabaja.
Por su parte, el periodista de El Mundo Rafa Latorre dejó claro que, sin jerarquía en la información, no hay periodismo y que una de sus funciones es la de separar lo importante de lo accesorio. Añadió que “lo que el lector considera interesante no siempre es lo relevante”. Por ejemplo, explicó, “aunque a mucha gente le atraiga, a nadie le parecería razonable abrir la portada de un periódico con la crónica de lo que sucedió la noche anterior en un programa televisivo”.
Con relación a los nuevos medios, Latorre admitió que la competencia por la atención por los lectores es hoy “feroz”; si acaso la radio aún mantiene la fidelidad de la audiencia por la sensación de compañía que ninguna de las últimas plataformas ha igualado. Latorre lamentó que desde 2007 el periodismo se queje demasiado de su situación y no recuerde, por ejemplo, las ventajas actuales en la distribución y el aumento del número de lectores.
El último periodista en intervenir, el redactor de El País Carlos E. Cué, estuvo de acuerdo con Latorre en que los medios de comunicación nunca se han leído tanto como ahora; el problema es que el público en general ya no paga por leer noticias. Aun así, Cué subrayó que el periodismo sigue siendo muy influyente y así, por ejemplo, los partidos políticos cada vez invierten más en estrategias dirigidas a controlar las noticias que divulga la prensa.
Los partidos están fichando más que nunca a periodistas conocidos “nutriéndose del ego” de algunos de estos informadores y del eco de las redes sociales y las tertulias televisivas que buscan el espectáculo. De hecho, advertía Cué, las tertulias crean una rivalidad ficticia entre medios de comunicación. Latorre fue más allá y dijo que la televisión se ha convertido en el “metrónomo de la política” que marca su ritmo.
En definitiva, el periodismo se enfrenta al reto de conseguir vías de financiación y al peligro de las interferencias con que la política pueda pretender contaminar la información. Los ponentes coincidieron en que los medios de comunicación han de evitar caer en esa supuesta rivalidad mal entendida que alimentan la televisión y la política. El deber de la prensa consiste en difundir informaciones verídicas y no adulteradas.
Previamente, en el arranque de la Jornada hubo una presentación por parte del presidente de la Asociación de Periodistas Europeos (APE), Diego Carcedo, y del director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca-Cola, Pelayo Benzanilla.
Este último puso un ejemplo del papel del periodismo como cuarto poder en la actualidad: el seguimiento que en Estados Unidos está llevando a cabo el The New York Times de la trama ucraniana. Benzanilla alertó asimismo del consumo indiscriminado que hay en este momento de información; de hecho, de todos los contenidos informativos a los que acceden los jóvenes hoy en día, apenas el 1% proviene de fuentes fiables.