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Claves para una satisfactoria gestión financiera de una empresa
Wed, 14/04/2021
Sin formación específica es difícil adquirir cultura financiera. Esa es la premisa desde la que parte la profesora de Economía del Grupo Educativo CEF.- UDIMA, María Luisa Campanario, para desarrollar una gestión financiera satisfactoria de una pequeña o mediana empresa.
“El primer paso es siempre una buena formación financiera accesible a todos los públicos”, afirma la doctora Campanario, quien incide en que “sin formación específica es difícil adquirir cultura financiera”, una de las claves para que toda empresa, sea cual sea su tamaño, evoluciones por el camino esperado.
En este territorio de la gestión financiera, la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales señala que lo primero y principal es “tener una estrategia clara del negocio”, luego “fijar unas metas” y, finalmente, “los medios para conseguirlas”.
Por supuesto que también “conocer bien los ingresos y gastos del negocio, realizar un buen análisis del estado financiero de la empresa y detectar qué variables económicas son las más sensibles a tu negocio”.
Todo ello, sin olvidar que el potencial gestor empresarial debe conocer si existen ayudas con las que financiar el negocio y, desde luego, “ser consciente de los riesgos del mismo”, como, evidentemente, “tener conocimiento del tratamiento fiscal de las pérdidas y ganancias de tu negocio”.
En el actual marco de crisis derivada de la pandemia del coronavirus, plantearse destinar la capitalización del paro a la puesta en marcha de una iniciativa emprendedora “ayuda a las personas con iniciativa privada a ser autónomo”, reconoce la profesora Campanario, quien aplaude el “coraje” que ello supone. Pues “creo que es una buena solución para sobrevivir siempre que las solicitudes y el estudio de las mismas se lleven a cabo bajo unos criterios rigurosos y objetivos, donde prime la autenticidad”, agrega, o, mejor dicho, advierte.
Porque, subraya, “creo que la gran crisis que estamos sufriendo en la actualidad es, sin lugar a dudas, una crisis de valores, donde predomina la arrogancia y el ego”.
Cita en este sentido al doctor David Hawkins quien en su libro ‘El poder contra la fuerza’ “señala en el capítulo 10 que ‘el poder logra fácilmente lo que la fuerza, aún con esfuerzos extremos, no puede. La fuerza se caracteriza por la arrogancia. La fuerza es divisiva, polariza, repele. El poder en cambio unifica, atrae. El poder sirve a los demás, la fuerza se sirve a sí misma. El poder fortalece, la fuerza debilita”. Dicho lo cual, para la doctora Campanario, “un país, cuyo poder político trata de imponerse por la fuerza, sólo puede llevar a una economía más débil”, avisa.