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Francisco Rosell: "La degradación es tal que los que llegan hoy a la política es porque no pueden ser otra cosa"
Tue, 21/12/2021
Francisco Rosell, director de El Mundo, opina que "nos merecemos unos gobernantes mejores" y lamenta la "degradación de la clase política" a la que ha llegado España, al tiempo que advierte, con preocupación, "del proceso de podemización de los partidos que tradicionalmente han sido constitucionalistas", en alusión directa al PSOE.
Por Luis Miguel Belda
En una entrevista a ‘Territorio Líder’, espacio que dirige y presenta el periodista Graciano Palomo en UDIMA Media, el canal audiovisual de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Rosell asevera que "la degradación de la clase política es tremenda.
Durante la Transición, explicó, "hubo que improvisar una clase política y muchos profesionales se incorporaron por hacer un servicio a su país y contribuir al proceso de la democracia". Sin embargo, lamenta, de un tiempo a esta parte "lo que ha ocurrido es que en lugar de facilitar gente de talento a la gestión pública hemos producido un proceso de degradación con una cosa terrible, en apariencia buena, que eran las incompatibilidades".
El director del rotativo madrileño aclara que "entiendo las incompatibilidades" del tipo de "si has ejercido una tarea no puedes seguir ejerciendo en el mismo terreno la actividad privada. Ahí hay una incompatibilidad manifiesta". Pero, y aquí radica lo grave de la situación, "¿qué se hizo? Vallar para que los mejores que tenían un oficio fuera de la política no pudieran llegar a la política".
Es en este contexto cuando Francisco Rosell opina que la consecuencia de todo ello es que "al final, a la política han llegado los que no pueden ser otra cosa y esa degradación la estamos pagando de manera descarnada".
Liga Rosell con la figura de Pablo Iglesias y su influencia en el panorama político de los últimos años para afirmar que "el problema que él tenía es un problema con la libertad de los ciudadanos y lo estamos viendo en Latinoamérica", en forma "presión sobre los medios de comunicación, en tanto en cuanto como medios de propaganda, que es lo que él (Iglesias) busca".
A propósito de ello, manifiesta sentirse preocupado por la "podemización de los partidos que tradicionalmente han sido constitucionalistas" en alusión al PSOE, tras recordar que esta misma formación, incluso "en los momentos más duros de tensión con el PP o con la UCD" siempre mantuvo un límite "que no superaba determinada barrera, pues sabía que la Constitución no la desbordaba". "Ahora mismo", enjuicia, Pedro Sánchez "está interiorizando el discurso de Podemos o de fuerzas del independentismo o, incluso del brazo político de ETA".
“Tenemos la generación más titulada, pero no más preparada”
Rosell también entra a evaluar los cambios educativos a lo largo de los últimos años y sus resultados en la sociedad. En este punto, se muestra crítico y preocupado, porque, en su opinión, "lo que se está produciendo es una gran grieta entre los jóvenes de las nuevas generaciones, donde los hay muy preparados y otros no".
Para Rosell, "hay una inflación de titulados" y cuando oye decir que en determinadas circunstancias un estudiante pasará de curso aun con suspensos, afirma que "regalar el título significa al final que no vale ni el papel en el que está impreso". Por el contrario, se muestra optimista porque hay otros tantos jóvenes "con una formación muy buena", aunque, con carácter general, "estamos ante un cierto espejismo".
Rosell transmite a los jóvenes que le lean o escuchen que "hay que leer, leer y leer" y critica que en los planes de estudio haya "un desprecio absoluto por las humanidades, que en el caso de la Filosofía se está cambiando por una asignatura llamada de Valores, que es el adoctrinamiento político e ideológico".
"El derecho a ser informado no se puede hacer desde la maldad"
Haciendo suya la máxima de otro periodista, Ryszard Kapuscinski, Rosell se adentra en el ejercicio del oficio de periodismo para afirmar que para el periodista que lo practica "debe ser las dos cosas, buen periodista y buena persona". Porque ·"un buen periodista siendo mala persona no tiene ningún sentido", ya que no hay que olvidar que los informadores "administramos un derecho ajeno que es el derecho a estar informado" lo que "no se puede hacer desde esa maldad".
Preguntado sobre el estado que atraviesa el periodismo, señala convencido que "estamos en un momento en el que el periodista, si alguna vez ha sido fundamental a lo largo de la historia, ahora es un momento clave". "Es un momento en el que la labor de los periodistas es esencial, para hacer el tamiz y el escrutinio, y explicar lo que pasa, porque la gente está muy bien informada aparentemente, pero no se entera por la sobredosis de información", eso sin contar con las fake news, "uno de los grandes problemas".
Sobre este tema, las noticias falsas, denuncia Rosell que "tenemos enemigos muy poderosos, incluso los propios gobiernos cuando nos dicen que van a atajar las noticias falsas, realmente se convierten en propagadores de las mismas". Eso explica que se está "en un momento fundamental en el que el ejercicio del periodismo es clave".