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Piden para España volver al huso horario de Greenwich
Thu, 27/10/2016
Volver al meridiano de Greenwich, deshaciendo así la decisión que tomó España en los años cuarenta del pasado siglo, cuando adoptó el huso horario continental a pesar de que geográficamente le corresponde alinearse con el vigente en Reino Unido, Irlanda o Portugal, es la petición que unánimemente consensuaron los participantes en una Jornada sobre las Consecuencias del Cambio al Meridiano de Greenwich que ha acogido la sede en Madrid del Grupo CEF.-/UDIMA.
El evento, que ha sido organizado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE), ha contado con la presencia de Arancha de las Heras, directora general del Centro de Estudios Financieros (CEF.-) y vicerrectora de Relaciones Institucionales de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), quien ejerció como anfitriona.
Una medida que, según los ponentes, reportaría múltiples beneficios a los españoles en términos de salud, bienestar, descanso, conciliación, seguridad en el trabajo o productividad laboral. No obstante, concluyeron que cambiar la hora a la fijada por Greenwich no será suficiente si no se acompaña de otras medidas encaminadas a lograr una verdadera transformación de hábitos.
Además, no sería demasiado costosa en términos económicos, pero encontraría, afirmó el astrónomo y doctor en Física Pere Planesas, “numerosas resistencias sociales”. Aunque el principal obstáculo, subrayó el presidente de ARHOE, José Luis Casero, lo constituyen los políticos, quienes a pesar de sus buenas intenciones, siguen siendo reticentes a poner en práctica medidas concretas y reales al respecto.
Otro de los participantes, Javier Cantera, CEO del Grupo BLC, puso en cuestión el viejo argumento del “ahorro energético” cada vez que se realiza un cambio de hora como el que va a producirse este próximo sábado. Este psicólogo recordó la necesidad de equilibrar cuatro aspectos fundamentales en la vida de las personas, como son trabajo, familia, ocio y descanso, y reclamó unos horarios más “razonables y racionales”.
En la misma línea, Nuria Chinchilla, de IESE Business School, abogó por un “alineamiento de nuestros horarios con el Sol” y una distribución del tiempo más europea en la que “se coma a la una de la tarde y se cene a las ocho”. También reclamó que sean desterradas costumbres como “los almuerzos de dos horas”, y que nos encaminemos hacia jornadas continuas con pausas de 45 minutos para comer.
El doctor especialista en trastornos de sueño, Gonzalo Pin, dio el aporte científico al evento. Aseguró que elementos ambientales como la luz, la oscuridad o la temperatura regulan “nuestro reloj interno”, y que los cambios horarios tienen efectos fisiológicos sobre la personas.
El doctor Pina alertó sobre los efectos perniciosos que para su descanso puede acarrear la utilización de la tecnología a partir de determinadas horas de la noche, y advirtió de las consecuencias que para nuestra calidad de vida tiene “transgredir la naturaleza” con estas modificaciones en nuestros hábitos de sueño.