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La 'razón abierta' de Ratzinger, pieza "clave" para alcanzar la "melodía" de la verdad entre la fe y la ciencia en el siglo XXI
Mon, 09/05/2022
La doctora de la UDIMA, Marcela Jiménez Unquiles, durante la defensa de su tesis.
Es uno de los grandes defensores de la razón. Está entre los autores católicos más leídos entre los círculos culturales laicos y ha pergeñado el papado con uno de los finales más inesperados hasta la fecha. La figura de Joseph Ratzinger va, no obstante, mucho más allá de la religión, pues se ha dedicado al estudio, la investigación y la docencia teológica y filosófica. La crisis moral de la globalización y la técnica subrayan la necesidad de indagar en su perspectiva: su noción de "razón abierta" para afrontar los retos del siglo XXI.
Por Alberto Orellana
Con este planteamiento la doctora de la Universidad UDIMA, Marcela Jiménez Unquiles aborda su tesis como una apertura hacia el pensamiento de Joseph Ratzinger- Benedicto XVI; con la simple pero nada sencilla tarea de aportar algo "nuevo y valioso" acerca del corpus intelectual del teólogo alemán. El pensamiento de Joseph Ratzinger a la luz del discurso de Ratisbona: Die Horizonte der Vernunft ausweiten I-II (ampliar los horizontes de la razón) es el título de la investigación de la doctora en Derecho y Sociedad.
Según Jiménez Unquiles, el carácter "abierto y ecuménico" de su teología demuestran que mira "con valor" los problemas de nuestro tiempo. Entabla un "diálogo constructivo" con la cultura actual, pues no sólo habla de religión y filosofía, "también se abre a las ciencias". De hecho, muchos consideran a Joseph Ratzinger como uno de los profesores de teología del siglo XX (después de Romano Guardini) que "mejor ha sabido conectar con las inquietudes más profundas de sus alumnos".
En su trabajo, la doctora ha interpretado de forma general el pensamiento teológico y filosófico de Joseph Ratzinger, centrándose en su idea de racionalidad. Todo ello partiendo del estudio bio-bibliográfico del propio autor y del análisis de las corrientes de pensamiento que han forjado su bagaje intelectual (esto es, los autores y las principales escuelas filosóficas y teológicas en que se basa el alemán). Y, además, toma como "faro" de la investigación el discurso Fe, razón y universidad: recuerdos y reflexiones que pronunció en la Universidad de Ratisbona en 2006, que condensa la noción de razón abierta.
Crisis del Homo Faber
La aportación del trabajo de la doctora Jiménez Unquiles consiste en el estudio sistemático de la formación del pensamiento 'ratzingeriano', en consonancia con las mejores aportaciones de la teología y la filosofía del siglo XX. Así como "la nueva articulación de razón y fe a la luz de una razón renovada, purificada y ampliada en su función y alcance".
Ratzinger se ha preocupado por los retos del ser humano en la cultura posmoderna en que vivimos. Que se caracteriza por el individualismo, el rechazo a la tradición, la fragmentación del saber "y el predominio de la técnica sobre la verdad". Una sociedad secularizada y relativista que da la espalda a lo sagrado y que desprecia la dimensión trascendente del ser humano. Hemos pasado del Homo Sapiens al Homo Faber, que "ignora su propia naturaleza, su moral e incluso la razón misma".
Por ello, el estudio del pensamiento 'ratzingeriano' se ha vuelto "actual y urgente", ante la necesidad de superar el positivismo, y dada la falta de la evidencia moral "más elemental, e incluso del sentido y dirección de la existencia humana". El trabajo ha abordado cuestiones que afectan al ser humano y a su relación con la realidad, con el objetivo de "ensanchar los horizontes de la racionalidad", desgrana Jiménez Unquiles.
La autora pretende ahondar en el vasto intelecto del teólogo para explicar, al menos, uno de los temas que más han "fascinado" a Ratzinger: el encuentro entre fe y razón; que permita afrontar la crisis moral actual. Se trata de la concordancia entre el espíritu griego y cristiano, "síntesis defendida por el intelectualismo agustiniano y tomista", recuerda.
Según detalla, Benedicto XVI opina que la "deshelenización del cristianismo" peca de "ceguera" al desestimar el legado griego en la nueva religión, "devaluando" la importancia que ha tenido esta filosofía para la fe cristiana. La integración griego-cristiana constituye las raíces de occidente, de la Europa "culta y cristiana" que "parece agonizar". ¿Qué futuro le espera al viejo continente si olvida y no respeta sus raíces ni su historia?
Síntesis fe-razón
Ratzinger lo plantea así: "Si el hombre no puede ya interrogarse razonablemente sobre las cuestiones esenciales de su vida [de dónde venimos, a dónde vamos, qué podemos y debemos hacer, la muerte...], (...), sino que debe abandonarse (...) a un sentimiento separado de la razón, (...) entonces le quita su dignidad". Es decir, "la separación de la religión de su responsabilidad ante la razón está generando un número cada vez mayor de formas patológicas de religión”.
Durante su discurso en Ratisbona aborda el diálogo entre la religiones y la razón pero siendo también autocrítico. Benedicto XVI apunta que las patologías de la razón han conducido a los horrores del siglo XX (guerras mundiales, armas nucleares, holocausto judío, totalitarismos). Y señala que estas patologías "afectan también a las religiones", que quedan "desguarnecidas" del control racional y expuestas a "fundamentalismos decadentes y violencia".
Porque no olvidemos que para el teólogo alemán, "todo acto de fe es un acto racional, plenamente lúcido y consciente", puntualiza acertadamente la doctora. Así pues, ¿cómo puede encontrar la razón nuevamente su grandeza? Sólo hay un modo: si la fe y la razón avanzan juntas, pues son dos principios cognoscitivos distintos, pero "complementarios". Ratzinger recuerda también que la teología "pertenece a la Universidad", pues es la ciencia que profundiza en "la racionalidad de la fe".
El alemán muestra así la relación "intrínseca" entre fe y razón, para ilustrar la necesidad de su "purificación recíproca". Además, la relación inseparable fe-razón-ciencia-cultura-religión forman el hilo conductor de su pensamiento, abunda la autora. Para el teólogo, el acercamiento de la fe bíblica a los interrogantes de la filosofía griega marcará el devenir de la historia de las religiones y de la historia universal, explica la autora en su investigación.
Ciencia y fe: razón abierta
"Las cuestiones que se plantea Ratzinger en su discurso están directamente relacionadas con el saber científico, la fe y la razón, y el devenir de la humanidad en el entorno relativista y tecnológico". La ciencia es una saber limitado, por lo que no puede responder a todos los problemas del hombre. La realidad es algo más vasto, y tiene zonas y modos de conocer que la ciencia "ni contempla ni puede contemplar", resume la Dra. Marcela Jiménez.
Benedicto XVI advierte además que la globalización "podría sustituir las ideologías" por una nueva, "la técnica", como nuevo poder ideológico. En dicho horizonte cultural "tecnocrático" nos moveríamos "sin poder jamás encontrar un sentido que no sea producido por nosotros mismos". La mentalidad tecnicista de hoy hace coincidir "la verdad con lo factible", pero cuando el único criterio es la eficiencia y la utilidad "se niega automáticamente el desarrollo" de esta (CV n. 68-71)*.
La razón científica se limita a las "dimensiones experimentables y cuantitativas de la realidad", por lo que es necesario llegar a una razón que sea capaz de “captar la verdad sin reduccionismos cientificistas, racionalistas o fideístas". Ratzinger propone potenciar una razón sin límites, que indague en la relación entre espíritu y estructuras racionales.
Una razón no clausurada en sí misma, que supere la estrechez del principio positivista, y que para Ratzinger es necesario recuperar todo su alcance en la gran tradición filosófica (griega). "La valentía para abrirse a la amplitud de la razón es el programa de su teología", concede Jiménez Unquiles, "comprometida con la reflexión sobre la fe bíblica, entrando en el debate de nuestro tiempo".
Así, el teólogo-papa se plantea: No actuar conforme al logos [la razón universal de las cosas, el Dios en la teología cristiana], ¿es solamente un pensamiento griego o vale siempre y por sí mismo? ¿Cuáles son las posibilidades de la investigación científica y por qué no busca ampliar sus horizontes de pensamiento? ¿No ponemos en peligro la justicia ante la pérdida de valores? ¿Es necesario el relativismo para el funcionamiento de las sociedades democráticas? ¿Desaparecerá el humanismo para abandonar a la humanidad en un inmenso campo tecnológico o sociológico?
Ratzinger invita a descubrir "la melodía" de la verdad, aunque sea en una sociedad cada vez más acostumbrada "a la disonancia y a vivir dando la espalda al logos". Anima a la cultura y la ciencia a considerar otros ámbitos más amplios de pensamiento, como la filosofía y la teología, para abrirse a la amplitud de la razón. Ya que “redescubrirla constantemente por nosotros mismos es la gran tarea de la universidad”.
*Cáritas in Veritate: La Caridad en la Verdad (Tercera Encíclica de S.S. Benedicto XVI). 2009. 160p. Ed. San Pablo.