Invertir en innovación y educación, imprescindible para afrontar el nuevo mundo ‘smart’

Raquel García Revilla y Olga Martínez Moure (Redacción: UDIMA Media)

Tesis de las doctoras de la UDIMA Raquel García Revilla y Olga Martínez Moure

La industria 4.0, las ciudades inteligentes o la robotización no es el futuro, empieza a ser presente y frente a ello una primera respuesta es una formación adecuada de carácter dual en un marco en el que “la inversión en innovación y en educación resulta imprescindible en estos nuevos escenarios”, según sostienen Raquel García Revilla y Olga Martínez Moure, profesoras de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

Ambas intervinieron en la Reunión Inter-Congresual del Comité de Investigación de Psicología Social de la Federación Española de Sociología (FES 2018), celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sita en el madrileño Campus de Somosaguas.

Su conferencia, enmarcada en la Sesión sobre trabajo, género y subjetividad, estuvo dividida en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, Martínez Moure explicó la robotización desde una perspectiva más cuantitativa, más numérica y ha analizado la parte aplicada del trabajo. Después, en una segunda parte, intervino García Revilla, quien analizó los efectos más sociales y, por su formación específica, explicó con más detalle cómo afecta la llamada Revolución 4.0 a la configuración de las ciudades del mañana, las ciudades inteligentes.

Explicaron el objetivo último del Plan Nacional de Ciudades Inteligentes, que es el de “contribuir al desarrollo económico, maximizando el impacto de las políticas públicas en TIC para mejorar la productividad y la competitividad; y transformar y modernizar la economía y sociedad española mediante un uso eficaz e intensivo de las TIC por la ciudadanía, empresas y Administraciones”, tal y como se señala en la Agenda Digital para España.

Una iniciativa que fija como prioridades el incremento de la aportación de las TIC al PIB del sector industrial español, mejorar tanto la eficacia como la eficiencia de las entidades locales, pues ellas son las encargadas de la prestación de los servicios públicos, fortalecer la gobernanza del sistema de Ciudades Inteligentes e impulsar la estandarización y la regulación de las Ciudades Inteligentes.

En este contexto, hicieron referencia a la que está considerada la ciudad más inteligente del mundo, Songdo, situada a 65 kilómetros de Seúl, capital de Corea del Sur. Se trata de un ejemplo paradigmático de desarrollo de tipo futurista de desarrollo urbanístico para el futuro. Una ciudad completamente interconectada en la que casi todos los servicios se encuentran automatizados.

Por poner un ejemplo, el reciclaje de la basura: Los restos se absorben a través de unos tubos desde las casas y se trasladan subterráneamente a la planta de reciclado correspondiente. Así mismo presenta una relevante porción espacios verdes, que resulta algo fundamental en el caso de estas ciudades, cuyos edificios son de vidrio y acero.

En este marco, las ponentes subrayaron la “apuesta por la formación” como referencia primera para afrontar con éxito el nuevo mundo. “Sabemos que la Industria 4.0 también tiene un importante impacto en el sistema educativo y de un modo más prevalente, en la formación universitaria y profesional”, subrayaron, al tiempo que advirtieron “también tendrá un impacto importante en los centros de innovación”. En este sentido, reiteraron que la formación universitaria y profesional “tiene que ser, necesariamente, de carácter dual. La inversión en innovación y en educación resulta imprescindible en estos nuevos escenarios”, concluyeron.