ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
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Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
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Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
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A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
Programar nuestro lenguaje en modo positivo nos permite poner el foco en la oportunidad, en las cosas por hacer, en la acción. Hablar en términos positivos nos permite liberar tensiones, reducir la ansiedad y proporcionarnos la motivación extra que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y metas. Focalízate en las soluciones que puedes encontrar y no en los errores que hayas cometido. Convierte el fracaso en un nuevo aprendizaje y aplícalo en tus proyectos personales y profesionales.
¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
“El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Aunque cometen errores, nunca se dan por vencido”
A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
Por el profesor Josep Miracle
No sé qué piensas tú que estás leyendo estas líneas pero, en mi opinión, todos los conceptos que hemos adquirido y estamos usando a diario en este contexto excepcional tienen una connotación claramente negativa. Una sonoridad y un significado que nos suma en el pesimismo y no nos deja avanzar en la recuperación.
La etiqueta “nueva normalidad” asociada al uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre personas, no debe ser una barrera para retomar la actividad económica y social en nuestro país. Medidas de control y prevención para evitar el contagio, todas. Apalancarnos en el miedo, la negatividad y el inmovilismo, jamás.
Ahora más que nunca debemos tomar el control de nuestro lenguaje, de lo que decimos a los demás y de lo que nos decimos a nosotros mismos, pues tiene un efecto brutal sobre nuestro comportamiento, las acciones que llevamos a cabo y el resultado posterior de las mismas.
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¿Cómo construir una actitud positiva en tiempos tan complejos?
El positivismo suma, te permite avanzar y te da la oportunidad de presentarte ante los demás como alguien abierto a la colaboración y al trabajo en equipo, a la innovación y a la creatividad, a la flexibilidad y a la adaptación… valores, todos ellos, que se han convertido en muy importantes (o imprescindibles) en el contexto actual.
Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”
Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
En el momento actual se hace imprescindible programar nuestros cerebros y nuestras vidas desde un punto de vista positivo. Así que, como si de un mantra se tratara, repite conmigo la siguiente frase del empresario hotelero Conrad Hilton:
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A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.
ERTEs, PCRs, desescalada, confinamiento, crisis, crisis, crisis… son muchos los términos que hemos incorporado en nuestro lenguaje debido a la pandemia del Covid-19 y, entre todos ellos, uno es protagonista absoluto del imaginario colectivo. El término “nueva normalidad” con el que Pedro Sánchez y su ejecutivo han bautizado la que será la era post-COVID en España. Un concepto que engloba todo lo anterior y que se ha apoderado de nuestro lenguaje cotidiano.
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Y… ¿cómo construyo una actitud vital basada en el positivismo? Aunque no es fácil y hay que entrenarlo, podemos hacerlo a través del control de nuestro lenguaje. Ahí van algunos ejemplos:
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Esto afirmó Víctor Ruiz Iriarte, dramaturgo español y crítico literario.
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A pesar de las dificultades… ¡No te des nunca por vencido! Este periodo pasará y necesitamos afrontar el futuro con la mayor dosis de optimismo y motivación.